Me debato entre la gracia que tiene el asunto y la fascinación de saber que en este mundo todo tiene cabida. He de reconocer mi ignorancia en este terreno hasta hasta hace unos días que a través de un contacto de Facebook, descubro que existe la «procrastinación».
Como supongo que hay por ahí mucho despistado como yo, decir que la procrastinación viene a significar algo así como diferir o aplazar tareas importantes a favor de otras más irrelevantes y agradables. Realmente la RAE sólo especifica la primera parte, pero la Wikipedia completa la definición y como uno tiene en alta estima la Wikipedia, pues entiendo que por ahí deben ir los tiros.
Me asombra aún más el hecho de que exista una plataforma para difundir la procrastinación, no perdón, para pedir a los gobiernos, central y autonómicos, los ayuntamientos, las instituciones, las empresas y la sociedad en general, que se reconozcan los derechos de los procrastinadores como los de cualquier otra asociación y para ello piden:
A la sociedad:
– Que comprenda que, si llegan tarde o dejan desatendida una obligación, no es porque quieran, sino porque son víctimas de un mal que no hemos elegido.
– Que sea consciente de que la mejor manera de ayudarles no es crearnos más sentimiento de culpabilidad del que ya tienen, sino siendo indulgentes y comprensivos.
– Que su mensaje se difunda y se haga público.
A los gobernantes:
– Que se introduzcan modificaciones en todos aquellos plazos ya establecidos, en las cuales los procrastinadores puedan beneficiarse de la ampliación de plazos.
– Que de ahora en adelante se legisle teniendo en cuenta la ampliación de plazos para todos aquellos que puedan acreditarse como procrastinadores a través de una certificación oficial.
– Que se les reconozca públicamente y se certifique su condición de procrastinadores a través de diagnósticos médicos cualificados.
– Que la procrastinación sea considerada una enfermedad laborar asociada al estrés.
– Que la sanidad pública cuente con especialistas en su patología.
Y por primera vez, no exigen todo esto para mañana. ¡Lo quieren YA!
No se, si a alguno le saca de dudas el siguiente vídeo, bienvenido sea. Yo tengo un par de cosas pendientes, pero la verdad me apetece mucho más escuchar un poco de música en Spotify. ¿Seré un procrastinador?
Más información: Contra la dictadura del tiempo, procrastina. El decálogo del buen procrastinador
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