Según Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace, “el oso polar simboliza los impactos del cambio climático en el planeta, incluida la pérdida del habitual medio de vida, las cosechas o la seguridad alimentaria. Todos estamos expuestos a estos efectos pero, paradójicamente, las consecuencias más inmediatas y más graves van a darse en los países que son menos responsables del problema, a los que debemos apoyar económicamente… La Unión Europea es uno de los principales responsables de la crisis climática y ha llegado el momento de que asuma su responsabilidad”.
Greenpeace pide al ministro de Economía que apoye el compromiso europeo de destinar 35.000 millones de euros anuales para 2020, destinados a la lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo. Sobre este total, España tendría que aportar 2.700 millones de euros, en función de la responsabilidad histórica y de la capacidad económica de nuestro país.
Esta cantidad contribuiría a la cifra total de 110.000 millones de euros que debería aportar todo el conjunto de países desarrollados, desglosándose la actividad económica de la siguiente forma:
– 40.000 millones de euros (anuales para 2020) en apoyo al desarrollo de energías limpias.
– 30.000 millones de euros (anuales para 2020) para reducir la deforestación y sus efectos en las comunidades locales.
– 40.000 millones de euros (anuales para 2020) para ayudar a las comunidades en desarrollo a adaptarse a los efectos del cambio climático.
Más información: Un Oso Polar sin casa pide a Solbes y a Espinosa compromisos con el clima
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[…] los que todavía no lo sepan, llevan mucho tiempo dejándose ver por todo el mundo y ya en marzo, se presentaron al ministro de economía Pedro Solves y la ministra de medio ambiente Elena Espinosa, con una petición de apoyo al compromiso europeo de destinar 35.000 millones de euros anuales para […]