Si usted lee blogs, salvo que sean muy temáticos y con permiso de Froilán, seguro que ha leído la frase: «Facebook compra Instagram«. En estos momentos Google da 8.100.000 resultados con la noticia tecnológica del día y hasta donde he llegado (página 10 de la búsqueda) todas las entradas son de ayer y tienen el mismo titular.
No es para menos la cosa, un servicio peculiar como es Instagram, sin servicio web, diseñado originariamente solo para iPhone y desde hace poco tiempo también disponible en Android, ha conseguido que uno de los gigantes tecnológicos de nuestro tiempo ponga encima de la mesa 1.000 millones de dólares para adjudicarse la compañía.
Un servidor que vio las idas y venidas de los millones que explotaron en la burbuja del 2.000 no puede dejar de pensar si semejante valoración no vuelve a pender de un frágil hilo que no pueda aguantar el peso de varios envites como este. Soy usuario de Instagram en su justa medida, siempre me gustó, pero no olvidemos que es un servicio gratuito, basado en una aplicación gratuita de desconocido modelo de negocio en cuanto a ingresos inmediatos. ¿1.000 millones de dólares? Más información.
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