Un ejercito de diminutos seres intentan desde ayer hacerme la vida imposible. Tienen que ser muchos -con toda seguridad- por la virulencia de de sus acciones. Extremidades débiles, dolor de espalda de estar tanto tiempo tumbado en el sofá, dolor de cabeza, embotamiento general, 40 de fiebre.
Actualización sábado 20 de diciembre de 2008: después de tres días de virulentas batallas internas me estoy empezando a dar cuenta que he perdido la guerra con los seres. Pueden más que yo, de momento.
Actualización domingo 21 de diciembre de 2008: las fuerzas enemigas parecen que se repliegan ante el bombardeo constante del arma gelocatil por parte de la alianza. Lo que ayer se tornaba con oscuros nubarrones hoy se ve con otra perspectiva gracias a la utilización sin piedad de bombas químicas de 1 gramo. La guerra parece llegar a su fin, los seres están siendo vencidos.
2 Comentarios
Pues nada, a guardar cama y a descansar. ¡Que te mejores pronto! ;-)
Gracias maikel, en ello estoy.