Todas las semanas hay unos pocos temas que llaman la atención del respetable y que generan opiniones varias en corrillos diseminados por todo el ancho nacional. Este último fin de semana, Urdangarín se ha llevado todas las medallas. Un tipo que accede a la monarquía española, después de encandilar a una infanta con sus dotes «balonmánicas», para liarla bien liada. Veremos a quien le intenta endosar el muerto, el socio tiene todas la papeletas para acabar crucificado en la trama. Veremos también de que se libra y de que no el bueno de Iñaki.
Para los noctámbulos, la noche del domingo ha sido la de los grandes actos estadounidenses. Los Oscar y el All Star Game de la NBA acapararán allí todas las portadas del lunes. No será poco lo que se escriba de ellos por aquí, sobre todo de los primeros. Estarán ustedes ya más enterados que yo.
Luego cosas menores. En la red hay preocupación por Pinterest. Resulta que hay gente que cuelga fotos por ahí con derechos de autor y no quieren que estas vayan a la red del Pin. Yo no acabo de comprender el porqué de algunas cosas, pero bueno, todo el mundo tiene derechos. De todas maneras, a los que gustan de no compartir ni una mísera foto en 500×300, a una resolución paupérrima que lo único que les va a aportar es difusión, imagen y promoción gratuita, les diría que tomaran medidas para evitar que Pinterest, Google y el resto del mundo puedan ver sus obras. Pongan en negro toda su web por ejemplo. Así nadie podrá copiar sus valiosos contenidos, eso si, tampoco promocionarlos entre millones y millones de potenciales clientes.
La prensa está pasando malos momentos, no se puede negar. Público, uno de los diarios de tirada nacional, se ha visto abocado al cierre de su edición impresa. De momento siguen en la red. Hoy sacando a la luz lo último de Wikileaks. Malos tiempos para la lírica.
Luego está el caso del tipo este que se dedicó a llamar ladrones a todos los españoles y resultó que para ladrón ya estaba él. Y a dos manos. El caso es que el «bueno» de Teddy Bautista, recibirá una pensión vitalicia de la SGAE por cuantía de 23.000 euros mensuales. Y no contento con ello, reclama a la sociedad que presidió 1,8 millones de eruos por haber «renunciado» a su cargo. Y se queda tan ancho. Este país es de locos.
No quiero terminar sin recomendarles la lectura de un artículo publicado en este caso en el diario ABC. Sindicatos S.A., lo titula el autor. No tiene desperdicio. Dedicado a todos los trabajadores que aún tienen algo de fe en la buena voluntad de los sindicatos. Negocios fructíferos. Eso si, a pesar de todo, el mundo sigue girando. Buena semana.
Sin Comentarios