Hace unos meses, ante el anuncio de la cadena de supermercados Carrefour de retirar sus bolsas de plástico y las consiguientes protestas de los consumidores, escribía esto en uno de esos post múltiples que de vez en cuando la propia actualidad me obliga a realizar, más por decepción e incredulidad en las propias noticias que por otra cosa:
«Carrefour decide prescindir de las bolsas de plástico y parece que no nos gusta mucho. Quizá no nos percatemos que las 238 bolsas de plástico que consumimos de media anual cada “españolito de pro”, tardan 400 años en descomponerse. Sólo por jugar un poco con los números, si tomamos como referencia la cifra de 46 millones de españoles, una simple multiplicación nos da el número aproximado de bolsas de plástico que consumimos al año: 10.948.000.000 (bolsa arriba, bolsa abajo, claro). Imaginen ahora el consumo total mundial al año, el consumo total durante 10 años, 20 años… Los que se quejan de no tener bolsas en el Carrefour, ¿qué demonios quieren hacer con toda esta mierda no biodegradable, que continuamente tiramos en nuestro entorno? Se admiten sugerencias«.
Hoy, meses después, Carrefour da marcha atrás y yo me replanteo lo inicialmente escrito. La campaña de la marca francesa había girado sobre el beneficio para nuestro entorno, el cambio climático, patatín, patatán… Patrañas. Al mismo tiempo que estos señores dejaban de distribuir gratuitamente bolsas de plástico, amparados en el medio ambiente (que jeta…) sacan a la venta bolsas biodegradables a diez céntimos. Y no me parece mal la acción. Cada cual en su casa y en su negocio que ponga toda la carne en el asador para progresar, pero demonios, que no nos tomen por tontos, que no encubran una acción orientada a minimizar costes e incrementar ingresos con excusas medio ambientales. Si quieres vanagloriarte de tu ecológica apuesta, corre tu con los gastos, no los endoses al consumidor, «caray».
Todo esto viene a que la medida parece que toca a su fin, al comenzar a entregar gratuitamente las bolsas biodegradables –las substitutas de las tradicionales de plástico– en las cajas de algunos de sus supermercados, especialmente en aquellos que están cerca de alguno de sus principales competidores. Acuciados por la competencia y por las protestas de los consumidores, ahora sí, parece que Carrefour se preocupa de verdad por el medio ambiente, substituyendo las dañinas bolsas de plástico por las biodegradables, menos dolorosas para nuestro entorno y sin coste alguno para el cliente. Lástima que haya tenido que ser la ley de la oferta y la demanda, la propia economía en fin, la dirima esta beneficiosa oferta medio ambiental y no el buen hacer de una marca, que, irónicamente, intentando ganar adeptos por su política ambiental, ha conseguido llenar de antiguos usuarios los supermercados cercanos, más contaminantes si, pero menos engañosos también.
Uno de mis descubrimientos más gratos de los últimos meses son los supermercados MasyMas, presentes en Asturias, León, Castellón, Valencia, Alicante, Córdoba y Jaén, que les recomiendo probar por la calidad de algunos de sus productos y el por el trato al cliente. No es que haya dejado de pasar por Carrefour, pero que quieren que les diga, desde que empezó toda esta historia, intento que sea lo justo.
Más infomación: Bolsas biodegradables y medio ambiente
5 Comentarios
[…] This post was mentioned on Twitter by voolive. voolive said: Acaba la patraña de Carrefour relacionada con las bolsas de plástico y el medio ambiente http://bit.ly/cOvrqR […]
a 1 centimo hombre no a 10 http://www.elpais.com/articulo/economia/Carrefour/vuelve/regalar/bolsas/elpepueco/20100505elpepueco_12/Tes
A 10 céntimos ha cobrado carrefour las bolsas biodegradables hasta ayer, que pasa a cobrarlas a 1 céntimo y a regalarlas en determinados supermercados cercanos a los de la competencia en un auténtico ejercicio de cara dura.
Coincido con lo de que la intención de carrefour es reducir costes + lavado de cara pero discrepo en que que regale bolsas biodegradables sea positivo. Mejor cuando no regalaba ninguna.
Opino que, si regalar bolsas de plástico es un bofetón al medio ambiente, regalar bolsas biodegradables es, por lo menos, una bofetada, pues su producción, transporte, envasado y reciclaje tienen un impacto ambiental también elevado.
Creo que la apuesta sostenible va por reducir y reutilizar, y por fabricar objetos duraderos, de calidad y reparables (y si son biodegradables, mejor, el algodón, por ejemplo, también es biodegradable, ¡y una bolsa puede durar años!).
O sea la propuesta es que nos llevemos cada una las bolsas -y el carrito- de casa, que las bolsas de usar y tirar sean bien caras, si puede ser más de 10 céntimos mejor.
Creo que necesitamos una buena -y dura- ley de envases (no sólo limitada a las bolsas) como proponen hace años los grupos ecologistas y campañas como «Catalunya lliure de bosses»(http://www.residusiconsum.org).
Y quizás también, de paso, plantearnos si los supermercados son una buena opción de consumo, como propone la campaña «supermercados no, gracias» (http://www.diagonalperiodico.net/article3377.html , http://supermercatsnogracies.wordpress.com) y presionar a la administración para que limite las licencias a grandes superficies y potencie el pequeño comercio…
LA respuesta es menos comsumo de todo lo que solo se utiliza un vez, reciclaje de esos productos, y biodegradables cuando la vida util de ese producto termina en hecharlo a la basura.
http://www.bolsas-biodegradables.com
Hay miles de productos que pueden ser ambientales, y es mejor poner un granito de arena que no hacer nada.