Los habituales se habrán dado cuenta de un pequeño detalle, el ritmo de actualización de este lugar ha decrecido un poco en los últimos tiempos. No pasa nada, solo me estoy adaptando a los nuevos tiempos. Tiempos de cambio y tiempos de máxima ocupación en todos los frentes. El primer cambio ha venido en la familia. Habíamos decidido traer otra criatura al mundo y al ser la tercera «nena» de la casa, los últimos meses antes de nacer y estas primeras semanas después del nacimiento, están siendo de máxima exigencia por parte de todos los miembros de la familia. Mientras nos adaptamos, salir de casa una mañana cualquiera, por ejemplo, se convierte en una odisea por momentos.
Por otro lado llega Internet Meeting Point y este es un evento que solo produce satisfacciones, pero que también tiene una exigencia máxima. Detalles, detalles y más detalles. Siempre hay algo que hacer y alguien a quien responder. La cantidad de correos electrónicos o equivalentes en cualquier red social que envío y recibo al día es tal que si no tuviera unas pautas de trabajo y organización más o menos rígidas, enloquecería.
Luego está el tema de la velocidad, de la velocidad a la que avanza todo hoy en día y a la que te tienes que adaptar si quieres seguir la senda que te has marcado. Y la mía está clara. Sigo hacia adelante y por ello hay que renovarse y mostrar alternativas a lo establecido. Es pronto para hablar de ello, pero a poco de cumplir este medio cinco años de vida, llegan momentos de cambio y de transformación, o más bien de adaptación para seguir con velocidad de crucero hacia el frente.
Así las cosas, entenderán que el tiempo escasea y que no llega para todo. A pesar de ello, aquí seguimos, cogiendo aire para empujar con más fuerza día a día. No desesperen si les pasa algo parecido, es un mal muy común de nuestros tiempos, nos falta el tiempo, pero ya saben el dicho, el que la sigue…
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