Agosto toca a su fin y con la próxima llegada del mes de septiembre, muchos reincorporamos a nuestros quehaceres particulares. Unos habremos descansado más y otros se habrán dedicado a los mismos menesteres. Decisiones u obligaciones, según se mire. Yo he decidido hacer un punto y aparte lo más estricto posible, dejando de un lado aquellas cosas que durante el año, durante los últimos años, durante muchos años, han ocupado y siguen ocupando mi vida.
Hace casi un mes que no les cuento nada por aquí y salvo la vena fotográfica que me acompaña allí donde voy y que siempre tiene salida a través de una u otra red social, poquita cosa he intervenido en los momentos del verano. Tampoco quiero decir que me haya mantenido al margen de la actualidad ni nada parecido, pero lo que si es cierto, es que mi única fuente de información ha sido Twitter. Allí me he enterado de lo que se cocía y algún pensamiento o vivencia he compartido. Poco más.
Ya les contaré un día de estos sobre lugares descubiertos y demás. Hoy toca empezar calentando motores, porque la fiesta ya está aquí. Se nos fue el gobierno de vacaciones y con el se marchó su dichosa prima a tomar por ahí, ahora que vuelven volvemos a ver crecer a la primita. El IVA está a punto de golpearnos a todos con fuerza. Castigará a los más débiles como ya es habitual, pero como estos se están acostumbrando, aguantarán el envite de nuevo. La gasolina y el gasoil se disparan a máximos históricos, como cada año por estas fechas. Hay que recaudar cuando la gente se mueve.
Este verano me ha tocado de cerca un gran incendio forestal. Seguramente usted será uno de esos lectores que no se han enterado que en León, en el término municipal de Castrocontrigo, se han quemado muchas hectáreas, más de 10.000, pero en estos lugares en los que el turismo no influye, no hay desgraciadas muertes o algún interés económico por detrás, no se atrae demasiado a los medios, ni a los antiguos como les llaman algunos ni a los modernos como les llaman otros. Pues si, he vivido un incendio que ha destrozado monte sin piedad, gracias como siempre a algún energúmeno que intencionadamente, casi con seguridad, ha querido ser el protagonista en la sombra del verano. Al desgraciado no les voy a decir lo que se pienso que se le debería de hacer, que solo vengo calentando motores como les decía y no quiero calentarme.
¿Y ustedes? ¿Han descansado? ¿Han trabajado? ¿Han buscado trabajo? En los próximos meses la situación económica va a marcar el devenir del país y por aquí tenemos alguna idea que otra para empujar, paliar o al menos acompañar estos momentos de incertidumbre. Si les parece, sigan con su cita habitual en vooLive.net y poco a poco volveremos a navegar a toda máquina.
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