¿Quién es el culpable de la formación de los community managers del mundo? ¿Quién ha dictado las normas de cómo hacer? ¿Quién fue el iluminado que empezó a hacer follow/unfollow en twitter a diestro y siniestro? ¿El ego moderno se basa en cuantos seguidores tengo aquí y allá sin importar como los he conseguido?
Preguntas incomodas para los caníbales de redes sociales, esos que vienen a ti en twitter y nada más verlos sabes que en menos de 24 horas se van. Se van si no les has seguido. Si se te ocurre seguirles, se irán en varios días, a lo sumo un mes. Es fácil detectarlos: 17.345 seguidores, 17.344 seguidos. Son gente que pasan el día en compañía de SocialBro o similar, añadiendo y des-añadiendo gente para pavonear de lo grande que la tienen en twitter. Son caníbales de redes sociales.
He de admitir que me ponen de los nervios porque a la larga, este tipo de acciones desvirtúa cualquier atisbo de credibilidad. Déjenme que les ponga varios ejemplos ilustrativos basados en hechos reales (y recientes):
Caso A: Community agresivo. Te agrega en twitter, en linkedin y escribe en tu muro de facebook para todo aquel que lo vea (antes de que yo lo elimine) las bondades de darle al «me gusta» de su cosa. Así no son las cosas le digo. Perdón, es que [no sé qué] lo hace automáticamente ¿? y me manda una solicitud de «me gusta» esta vez en privado. Accedo, porque la verdad es que me gusta, accedo en linkedin también y me mantengo a la espera en twitter. 24 horas más tarde, ya no me sigue en twitter. Bye.
Caso B: Cazafortuna digitalis. Dícese de personas con cierto renombre que te agregan a su poblado twitter, más menos 50.000 seguidores, 20.000 seguidos. Agregas porque entiendes que algo te aporta y unos días más tarde, la tía que tiene unos 20.000 seguidos, que no ve el timeline ni con anteojos porque pasa a tal velocidad delante de sus ojos que todos somos para ella seres etéreos y borrosos, va y te deja de seguir. Ya, ya se lo de las listas. Lista. Te fijas un poco en su cuenta y vas viendo como día a día, gradualmente sus seguidos van hacia abajo y los seguidores hacia arriba. Geta social.
Caso C: Sociópata social. No se lo van a creer, pero hay gente por aquí que hace dos años no sabía lo que era eso «del facebook» ni aquello «del twitter» y hoy son reputados expertos social media según la universidad de «ellos mismos». Algun@s hasta han trabajado conmigo y conozco los casos de primera mano. El caso es que te agregan y como no les agregas, te desagregan, entrando en ese momento en un bucle temporal tendente al infinito. Cada x tiempo, donde x es la variable que define el tiempo que ha pasado para que se olvide el susodicho de que ya había hecho el acto «del following» contigo, vuelve de nuevo a la carga, agregando y desagregando en periodos tan breves que supongo yo que no puede darle tiempo a leer un tweet de nadie si se pasa el día así con todo el mundo.
Caso D: Me la pela todo esto. Y solo conozco una persona así, un rara avis digitalis, podríamos llamarlo que merece todo mi respeto. Un tío que con más de 3.000 seguidores, un día se mosquea con todos ellos y cancela su cuenta para abrir otra y empezar de cero. Si conocéis alguien más, quizá podríamos dar nombre a esta especie, aunque dudo y mucho de la existencia de más seres así.
A mí me gusta twitter porque me mantiene en contacto con gente y me informa. Tengo una serie de personas a las que sigo porque me aportan cosas y cuando quiero nuevos aportes, lamentablemente tengo que desechar alguno antiguo porque no me da, oigan. Facebook es otra cosa, no es para estar todo el día mirando, yo cuelgo mis cosas y ya. De vez en cuando cotilleas lo que hace alguno de tus «amigos» y ya de nuevo. Y aun así es muy positivo. Linkedin… bueno, linkedin es eso que todo profesional presume de sacar jugo pero jugo, lo que se dice jugo… es mi agenda de contactos y como tal cumple a la perfección con el cometido que le asigno, pero lo de pasar el día debatiendo en grupos varios sobre tal o cual cosa… quizá otro día, hoy no tengo tiempo.
Y el resto, pues bueno, como en general no se sabe bien de qué va la cosa, no se ven esas idas y venidas de los caníbales sociales. Quede claro que no quiero criticar a quienes lo hacen, que sin duda merecen todos mis respetos, sobre todo por todo el tiempo que pueden dedicar a tan noble ciencia, pero al menos que sepan que ante un determinado perfil de usuario quedan un poco retratados, vamos que se te ve a la legua que buscas la fama y que no es para tanto, chico. Aunque también les digo que todo es empezar, unas buenas relaciones y cualquier día te nombran como un gran «influencer».
2 Comentarios
[…] 10 de enero: Caníbales de redes sociales ¿Quién es el culpable de la formación de los community managers del mundo? ¿Quién ha […]
Debo de ser yo el caso de «raro», aunque sin 3000 usuarios, por que entre otras cosas, tambien «me la pela» el twitter…
Podria…, podria hacer como personas muy cercanas en mi vida, dedicadas a tener muchos «pins» o «medallitas» aqui y alla, ¿pero merece la pena?, bueno, cada uno se chuta con la droga que prefiere, ¿no?.
PD:A Vd. le sigo por que me cae bien, punto pelota. ;-)