Desde el 7 de marzo pasado, este gobierno nuestro, decidió en un alarde de imaginación, frenar la crisis energética en España. Pensaron que si corríamos menos, gastábamos menos. Dicho y hecho. Encargaron vinilos a diestro y siniestro y taparon con ellos todas las señales de nuestras carreteras que contenían un 1 un 2 y un 0 seguidos. ¡Qué orgullo me supuso el comprobar como mis dirigentes pensaban nuevamente en mi ahorro y capacidad de gasto! Desde aquella fecha en España estaba prohibido circular a más de 11o kilómetros por hora, por lo que inmediatamente se disparó la inflación al incrementarse irracionalmente las ventas de burras como vehículo familiar de transporte (tono irónico para los despistados).
Ya decían por entonces que la medida era transitoria y así lo ha demostrado el gobierno hoy al permitirnos conducir de nuevo a 120 kilómetros por hora. Hoy no, hoy han decidido que la medida se empezará a aplicar el 1 de julio. ¡Qué detallazo! Claro, como ahora la «gasofa» y el «gasoil» están más baratos, efectivamente ya no tiene sentido la medida. Además ellos cuentan con información privilegiada y dicen que bajará el petróleo, a pesar de que el que subscribe dice que la gasolina subirá de aquí a agosto sin contar con ningún tipo de información, ni privilegiada ni sin privilegiar, con la experiencia por montera simplemente. Veremos.
Casi todo son parabienes. Dicen, que no digo yo, que se ha ahorrado 450 millones de euros. No estaría de más que por el importunio al menos demostraran este hecho y nos dijeran hacia donde se ha ido destinando ese «dinerillo». Ah, no, perdonen, que me dejaba llevar por la ilusión del grito aquel: «¡Democracia Real Ya!«. Perdón, no recordaba que estaba en la España del 2011. Lapsus.
Que no queda ahí la cosa. Que además nos cuentan que se ha reducido la contaminación en España gracias a esta inteligente medida transitoria ¿? Rápidas han sido las mediciones realizadas por Rubalcaba y compañía para aseverar tal hecho. Ah, no, que no han dado un sólo dato. ¿Lo dirán por decir? No quiero que crean que soy un mal pensado, pero ya saben, como todo aquello del medio ambiente vende… vamos que me gustaría tener datos para decir que si o que no. Estarán clasificados, supongo.
En resumen, que se ha generado tanto ahorro que este país está a punto de superar la crisis y el calentamiento global ha quedado solventado en nuestras fronteras gracias a un enorme menor consumo de quien sabe cuánto, que repercute en no sé ni yo el CO2 que hemos emitido a nuestra atmósfera. ¡Qué lío!
No todo iban a ser parabienes por supuesto. Toda medida tiene sus contraindicaciones y en este caso afecta a millones de españoles que en su momento compraron una burra para adecuarse a las medidas impuestas en la conducción y ahora que volvemos a la «normalidad» no saben qué hacer con ellas. Se rumorea que los afectados -y las burras- están meditando crear una acampada en la Puerta del Sol para exigir que se les devuelva el dinero invertido en los animales y a estos se les encuentre un hogar digno para que puedan volver a vivir sin el estress que se les ha sido generado por todos los puntapiés recibidos cuando pasaban los límites legales que el gobierno estableció hace ahora casi cuatro meses. Pobres animalitos. Se rumorea que de momento están todos agrupados circunstancialmente en el kilómetro 45 de la A6 (Madrid-Coruña), indignados y rebuznando su maldita suerte a los cuatro vientos.
Por cierto, la primera parte de este absurdo artículo se tituló: Se disparan las ventas de burras.
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