Vaya día, que si hay sillas de un tipo, que si hay de otro, que si no hay más, que si contigo Tomás. Así lo resumiría casi todo, bueno, salvo la batería agotada del iPhone por las ciento y una llamadas atendidas por una cosa u otra. La premisa que nos habíamos marcado aquí es hacer algo cercano, familiar y por lo tanto sin separaciones entre el público y los ponentes y entre todos y las modelos que van a desfilar para cada uno de los diseñadores.
El aforo normal del lugar sería de unas 350 personas, pero al intentar darle ese toque que nos empeñamos en ofrecer, se nos queda en 180. Vale, tenemos un problema. Las primeras sillas se acaban, así que hay que utilizar otro tipo. Diferentes. Bueno, hagámoslo con gusto y seguro que queda bien. Segundo recuento: 220 personas. Grrr.
Y vueltas para aquí, y vueltas para allá. Entre medio he podido comprobar como una de mis apuestas personales en forma de performance, no solo va a ser digna, sino que va a ser espectacular. Tenía pocas dudas, confiaba en quien lo iba a hacer y cualquier atisbo que me hubiera quedado, hoy se ha esfumado. Hay gente que vale su peso en oro. Triunfará.
Mesas para aquí y sillas para allá. Un tonel y una especie de sillón de niños. Juntemos un poco, separemos allí y nuevo recuento: 260 personas… Ains. No se si han estado ustedes en Laboral Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón, es un espacio fantástico pero laberíntico a más no poder. ¿Cuantas veces lo habré recorrido hoy buscando cosas que no encontraba? Ni se.
Atendimos a la TPA que vendrá el viernes a conectar en directo, Patri se fue a la RPA a hablar en directo del evento y yo allí entretenido recogiendo las pocas sillas y objetos dignos de las mejores posaderas para agrandar un poquito más el aforo. A ver. Uno, dos, tres, cincuenta y cinco, setenta y dos, ciento cuarenta y… aggg, me he perdido. A volver a empezar. Uno, dos, tres… Trescientos. Vale, me recuerda a algo heroico, peliculero, me doy por satisfecho por hoy. Eso si, antes de marchar, hay que delimitar la «pasarela» por llamarla de alguna manera. No será nada al huso, pero eso, si lo quieren comprobar, ya saben donde encontrarnos los próximos 8 y 9 de junio. ¿Continuará?
Por cierto, se me olvidaba, hoy se acabó de definir el final del evento, creo que para bien, para muy bien. Algo bonito, sencillo y emotivo. Me venía contento a casa por esta parte. 22.24 horas, nueva llamada. Otra de las personas que se están dejando la piel por este evento, proponiendo, haciendo e involucrándose hasta la médula. «Oye, que he pensado que podríamos hacer…» Otro cambio… Bueno, más bien un añadido. Quedará mejor. Así se va fraguando todo. Ganas, ilusión y mucho trabajo de muchas personas. Espero que les guste.
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