Dos sistemas operativos, dos conceptos de movilidad diferentes. El de apple más enfocado para un público más exigente en cuanto a marca y «supuestamente» calidad, el de Google más de masas, «supuestamente» de andar por casa. El primero más cerrado y dependiente de iTunes, el segundo más abierto y con infinidad de configuraciones al alcance de sus usuarios. Así son iOS y Android, dos sistemas que pelean por ganar cuota de mercado de dos maneras diametralmente opuestas.
Tras algo más de un par de años con un iPhone 4, la semana pasada adquirí la última joya de la corona de Google, el Nexus 5, un teléfono que me llamaba inicialmente por su gran pantalla de 5 pulgadas, aunque el aparato va mucho más allá de las dimensiones de su pantalla y de su magnífico Cristal Gorilla® Glass 3 de Corning® que ofrece Full HD, una delicia para el visionado. El procesador, un Qualcomm Snapdragon ™ 800 a 2,26 GHz, junto con los 2Gb de RAM, hacen volar a cualquier aplicación que arranques en el mismo. Pero no sólo tiene cosas buenas este móvil, en la parte negativa nos encontramos con una escasa batería para la gama en la que compite, 2300 mAh y un sonido, digamos mejorable. Las cámaras de fotos de 8 y de 1,3 MP se encuentran en un punto medio, ni son de lo mejor del mercado, ni son de las «malillas».
No es el caso realizar aquí una comparativa entre ambos móviles, me gustaría comentarles más bien la experiencia entre uno y otro, el día a día. Empezamos con el iPhone, que me ha acompañado en los últimos años fielmente y del que tengo gratos recuerdos así como momentos en los que lo hubiera estrellado contra la pared. Los grandes momentos llegaron al principio, cuando el iPhone 4 a pesar de no ser el más puntero del mercado, ya existía el iPhone 4S y estaba a punto de salir el 5, funcionaba. Era ágil y pasaba de una aplicación a otra sin mayor problema, un gran móvil sin duda, una pantalla pequeña para mi gusto pero un excepcional aparato. El problema del iPhone fue su propia «madre». Apple sacó el iOS 6 y comenzó así la obsolescencia programada de sus antiguos aparatos, rematada con la salida al mercado de iOS 7. Este último y sobre la mesa avanzadísimo sistema operativo, acabó con el bueno del iPhone 4.
Abrir una aplicación como Facebook podía llevar entre 20 segundos y un minuto. Foursquare se hizo totalmente inoperativa. En general todo se ralentizó ante un sistema que pedía muchos más recursos de los que mi pobre y anticipadamente envejecido móvil, le podía dar.
Y aquí viene la contra con el Nexus 5. Un aparato que lanza las aplicaciones a una velocidad endiablada, rezuma potencia por todos lados. En esta semana de intensas pruebas con unas y otras cosas, en ningún momento le he pillado en renuncio, pensándose si arrancaba o continuaba alguna tarea. Es potente, cosa muy de agradecer para usuarios impacientes como yo. En cuanto al sistema operativo no me ha resultado un cambio traumático, por un lado por que ya tenía experiencia en Android con una tablet Nexus 7 y por otro lado porque soy de los que odian a iTunes y se sienten muy cómodos con la experiencia de archivos que transmite Android. Las aplicaciones exclusivas de iPhone son cosa del pasado, sí, echo de menos Tweetbot, pero todo lo demás ya está en Android y a pesar de que sigo pensando que el sistema de Apple es mucho más estético y detallista, Android, hoy por hoy, no es ya un competidor digno, sino que se va poniendo a la misma altura.
Pensé en comprar, como no, un iPhone 5s, pero desistí por dos cosas: la primera la pantalla, ya había podido trastear con un Nexus 4 y me fascinaba el tamaño de su pantalla, sobre todo para la lectura ocasional, la segunda, el precio, fue el factor clave, los 699€ de los que parte el aparato de la manzana frente a los 349 € del Nexus. No vale la diferencia uno sobre otro, créanme.
5 Comentarios
Estoy contigo en casi todo, pero claramente hay que comparar el nexus 5 con su coetaneo de Apple.
Respecto al precio no hay por donde pillarlo, Apple no se baja de la burra, pero parece que le sirve, no se si somos borregos o si no hemos entendido bien la situacion actual, como para gastarnos ese dinero.
Ahora suerte con la pantalla y que no se te caiga.
Que honor un comentario tuyo ;P Efectivamente una comparación entre aparatos debería ser entre lo último de cada casa, pero lo que yo quería expresar es por un lado el cambio de un teléfono que debería funcionar todavía perfectamente hacia otro de los punteros en el mercado.
Lo de la pantalla y las caídas, tengo que reconocer que me trae por la calle de la amargura :) Intentaré tener cuidado.
He leído con atención tu entrada porque me encuentro exactamente en la misma situación. Mi iPhone 4 me exaspera cada vez que tengo que abrir una app, sacar una foto o hacer una llamada… No me voy a gastar tanto dinero como para comprarme un nuevo iPhone y mi elección más probable será el Nexus. Por un lado me preocupa dónde guardaré ese pedazo de móvil, pero a efectos prácticos, con toda mi música desde hace años en iTunes, mis contactos también… ¿Es fácil el proceso de pasar los contactos, la música o los datos?
En teoría si, pero yo metí bastantes contactos a mano, también es cierto que hice el cambio rápido, me imagino que habrá mejores maneras de automatizarlo, pero el resto no me complicaría la vida, copiar directamente los archivos y al ordenador, subirlos luego a Android es muy sencillo.
En un principio los telefonos iPhone eran la mayor atraccion para todo el publico, ya que su sistema era por decirlo asi muy estable y no daban muchos problemas y sobre todo por la gran variedad de aplicaciones que se le podian instalar, pero cuando ya se puso de moda el Android como que la cosa cambio y muchos se mudaron para este nuevo sistema, algunos hasta cambiaron sus celulares por los dichosos juegos de Google Play y por las aplicaciones gratuitas que dispone la tienda, creo que esto ha ganado mucha ventaja en este mercado y por eso los celulares Android se venden como pan caliente :D