El Antitroll al rescate de los constructores

Los Trolls, esa basura indeseable que enturbia la generación de contenidos en la red, tienen los días contados, ha llegado su momento, los ghostsbuster del siglo XXI vienen a nuestro rescate.

Pongámonos en antecedentes, acordémonos primero de definir que es un troll. Una vez entendido para los profanos, matizar que el ser llamado troll es un ente que generalmente basa su actuación en la envidia (ese deporte nacional de los españolitos de bien), en la soberbia, en la incapacidad social de relacionarse de muchas personas, en los complejos de otras que encuentran su vía de escape en el anonimato en Internet, en el ansia de grandeza de otros que a la mínima nombran a sus abogados como forma de aparentar algo que nunca serán, en el mal llevado espíritu democrático y las reminiscencias de la dictadura que han llegado a muchos por los libros de texto, que miedo tienen algunos a la mal llamada censura, que no se enteran, que cada uno en su casa hace lo que le da la gana y si te gusta bien y si no… en definitiva, en las ganas de destruir más que de construir.

Carajo, que lo bonito de Internet es poner pilares entre todos para construir una red que redunde en beneficio de la mayoría. Pues nada, que algunos no se enteran o no quieren o no les interesa enterarse. Al final va a tener razón -entre comillas por supuesto- toda esa tendencia «sgae-niana» y ministerial actual que promueve un mayor control de la red.

Si es que somos tontos históricamente. Durante toda la historia de la humanidad ha pasado lo mismo, unos evolucionan y construyen bases sólidas sociales, culturales, económicas, llamemos a estos los «constructores», mientras otros se dedican a torpedear a todo lo que menea, «destructores» por seguir con el simil. Para estos últimos no vale con no aportar, no vale con callar, lo suyo es torpedear, destruir y descorazonar por momentos a quien intenta para bien o para mal avanzar.

Por todo ello propongo una nueva figura o negocio dentro de la red, el «Antitroll», un ser con arrestos suficientes para lidiar contra este submundo de irracionalidad y maldad amparada generalmente en el anonimato de la red. Como bien me está enseñando una persona pequeñita estos días, todos los humanos tenemos algún poder. Pues bien, el Antitroll sería una persona con el poder de que se la resbale todo lo que se diga o comente, que no le afecte ningún insulto o vejación, que se la sude si es «arre» o «so», una nueva especie que evitará a los constructores perder tiempo en leer sandeces y tener que desaprobar comentario ninguno, al mismo tiempo que evitará las pequeñas interferencias emocionales que pueden derivar de leer alguna «gilipollez» de algún destructor, por norma general anónimo, que no tiene otra cosa que hacer en la vida que arremeter con sus torpes ocurrencias al resto de la humanidad. ¡¡Qué levante la mano el constructor que no pagaría por tener un antitroll a su disposición 24 horas al día!!

«Troll`s» del mundo, haced algo bueno para la humanidad y divertiros destripandoos unos a otros, dejad a los constructores que construyan.

PD: Cualquier comentario destructivo -que no crítico- sobre este post no verá nunca la luz, no porque exista censura en este blog, sino porque no me da la gana de aprobar nada que no aporte algo a este mundo virtual llamado Internet, al menos desde mi espacio personal. Ah, y para aquel/lla/llos/llas trolls que para variar no lean más que el primer y último párrafo para poder destripar a gusto, nótese el tono de humor/ironía de este post.

Más información:

– Como aportación, decir que existe un pluggin antitroll para worpress en el que puedes poner un capirote a todo comentario ofrecido por estos indeseables seres. Podéis verlo en Anieto2k.

– Si queréis ver la creación de un virus antitroll podéis pasaros por Martin Aberastegue. En este foro podéis conocer más sobre la tan traída ley contra el ciberacoso, la ley anti-troll en Estados Unidos.

– Troll en Wikipedia.