Pongámonos prácticos para entendernos. Fulanito tiene una casa hipotecada por valor de 100.000 euros. Tiene la desgracia de caer en paro y unos meses mas tarde de quedarse sin recursos. Menganita, la mujer de fulanito está en la misma situación. Marianito y Marujita, sus hijos, todavía no han llegado a la adolescencia, así que poca aportación pueden hacer a la economía familiar.
Unos pocos meses más tarde, como Fulanito y Menganita no pueden hacer frente al pago de su hipoteca, el banco se queda con la casa por un valor de 100.000 euros y sigue manteniendo la hipoteca a los desgraciados por un valor de 100.000 euros. Esperen, déjenme sacar la calculadora… No puede ser posible. En algo me estaré equivocando. Según dice la calculadora, el banco, con cada desgracia humana, con cada desahucio, con cada persona que manda a la calle, ¡gana el doble de lo que prestó! En el hipotético caso que nos llevaba, Fulanito y Menganita, reportan a su querida entidad bancaria 200.000 euros, la mitad en concepto material inmueble, la otra mitad a pagar durante toda su vida, eso si, sin techo ahora para vivir.
Esto es España. No parece muy justo el acuerdo, por lo que el nuevo gobierno se pone manos a la obra. Y tras unos meses de estudio, deliberaciones y por supuesto alguna que otra reunión con sus amigos los banqueros, llega a la mejor conclusión posible. Que sea el banco el que, de forma voluntaria, tenga la potestad de perdonar la deuda a los desgraciados. Vamos, que solo se queden con lo que es suyo.
Tanta ironía puede conmigo. Pues esperen que hay mas. Entra en acción ahora la oposición. PSOE para los despistados. Ocho años gobernando y ni palabra sobre este asunto. Pasan unos meses en la oposición y oigan, si fuera por ellos, ¡condonación de deuda ya! En concreto Valeriano Gómez, portavoz del PSOE, califica de «inconvenientes» e «insuficientes» la propuesta del PP y pide una legislación que obligue a la restructuración de las condiciones del crédito durante el periodo de ejecución hipotecaria -en el caso de familias en desempleo-. Además, Gómez sugiere que la dación en pago sea una alternativa obligatoria para las entidades financieras ‘rescatadas’, es decir, participadas por el Estado. No doy crédito (igual que los bancos).
Pueden ir ustedes rezando a todos los santos o buscando alternativas más cabales para no verse en esta situación, porque como dependan de la voluntad de los bancos para dejar de pagar lo que ya han pagado, creo que lo tienen crudo. A más, su gobierno y el anterior, miran para otro lado, mientras Fulanito y Menganita, con ingresos tendentes a cero, pagan 200.000 euros por su deuda de 100.000 y así va a seguir siendo. Piensen ustedes en los porqués.
Sin Comentarios