Inquietante el estudio participado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), por la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA) y por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y publicado en la revista Science. En el mismo se recoge que las emisiones de CO2 están alterando el ph de los mares y océanos, elevando su acidez hasta niveles que de no frenarse, impedirán la vida marina en pocas décadas.
Es habitual en la historia de la tierra el impacto del CO2 sobre la acidez del agua oceánica, pero en los últimos años, devido a la actividad industrial humana, el proceso se ha acelerado hasta niveles preocupantes para los participantes del estudio, que advierten que está modificación en la acidez está afectando ya a algunas especies de fitoplancton, base principal de la dieta de salmones y ballenas entre otras especies.
Carles Pelejero, investigador del Instituto de Ciencias del Mar, afirma que «las aguas de altas latitudes, como el océano Ártico o el Austral, que son muy frías y por tanto muy ácidas y ricas en CO2, alcanzarán en una o dos décadas unas condiciones químicas que impedirán que los organismos con caparazón sobrevivan«, originando una catástrofe de dimensiones incalculables. Y es que el incremento de la acidificación del océano, interfiere sobre todo en el desarrollo de las especies con caparazón o esqueleto de carbonato cálcico (corales, moluscos, etc).
En los experimentos llevados a cabo en zonas más cálidas como la gran barrera de coral australiana en el océano Pacífico, han demostrado que «por este lado, esta cadena coralina esta bastante afectada, mientras que en la parte del Índico -probablemente porque estas aguas son más templadas- los corales aún siguen creciendo«
A medida que se produce el aumento de CO2 emitido a la atmósfera por la actividad humana, este es absorvido por los océanos provocando un cambio en la química de los mismos «más rápido, grande y global» que ninguno del que se tenga constancia en los últimos 300 millones de años. Un nuevo dato a tener en cuenta en la barbarie que estamos produciendo en nuestro entorno, en nuestra casa. ¿Seguimos mirando hacia otro lado?
Les diré que no es el primer estudio que alerta de este peligro. En 2009 una investigación publicada en la revista Nature Geoscience y presentada durante la conferencia internacional sobre Cambio Climático, celebrada en Copenhague, Dinamarca, advertía del mismo peligro, afirmando que el nivel de acidez oceánica mundial es el mayor que se ha registrado en los pasados 500.000 años y que ha aumentado en casi una tercera parte desde la Revolución Industrial en Europa a fines del siglo XVIII. En el mismo se advertía también que muchas especies estaban ya afectadas y que toda la biodiversidad marina peligraba por los alarmantes incrementos de acidez en los océanos.
Tampoco será el último que nos alerte sobre las repercusiones de nuestra agresiva actuación en nuestro entorno, el problema realmente grave surgirá cuando ya no haya posibilidad alguna de remediar el daño producido. Estamos jugando un farol muy peligro en nuestra particular partida de poker con el medio ambiente. Quizá es momento ya de enseñar las cartas y comenzar una nueva partida. ¿No les parece?
Sin Comentarios