Hacia un mundo sin armas nucleares

El tratado que firman Rusia y EEUU para la reducción de su armamento nuclear se podría considerar de histórico, no por lo efectivo del mismo en cuando a la reducción física de sus misiles, ya que los que quedarán, son suficientes para acabar con nuestro mundo en pocos minutos, pero si por la importancia que tiene el acercamiento entre ambos países, tradicionalmente enemigos y por la imagen de unión y armonía que lanzan al mundo muchos años después de dar por cerrada la guerra fría.

El acuerdo firmado por Obama y Medvédev viene a substituir al firmado en 1991 por Mijaíl Gorbachov y George Bush (expirado en diciembre de 2009) y tiene como principal objetivo el contribuir a frenar la proliferación nuclear y a aumentar la presión sobre países como Irán o Corea del Norte, que ignoran las advertencias internacionales para seguir trabajando en programas atómicos.

En números se ha establecido la eliminación de un 30% de las cabezas nucleares de ambos países en un periodo de siete años, para limitar a cada uno de ellos a 1.550 cabezas atómicas y a 800 lanzaderas. Como decía al principio no es lo que todos hubiésemos deseado pero sin duda es una gran noticia por el alcance moral del proyecto, que tubo que cimentarse bajo la promesa de ambos países de parar sus estrategias de defensa antimisiles que tanta preocupación habían generado del lado ruso en los últimos años.

Hoy el mundo no es más seguro tras la firma de este tratado, pero si se han cimentado las bases para que pueda serlo. Ahora toca pasar del papel a los hechos.

Más información: ¿Un mundo sin armas nucleares? (ABC) – Obama y Medvédev firman en Praga el nuevo tratado de desarme atómico (El País) – EUU y Rusia entierran la Guerra Fría con un ambicioso e histórico pacto nuclear (El Mundo)