Ayer mi hija dio sus primeros pasos. Antes ya había andado tres o cuatro pasitos para emoción de sus padres, pero ayer fue diferente. Ella va cumpliendo ciclos. Hace un mes más o menos se le acabó el ciclo de tomar leche de pecho. Lo decidió ella un buen día, igual que Forrest Gump cuando dejó de correr, ella dijo «hasta aquí de tomar leche, mamá«. Ayer fue algo parecido. Dijo «ya se andar» y se lanzó con absoluta seguridad para algarabía y terror a partes iguales de sus padres. [Dejo una nota para pasar por decathlon o similar y buscar algún casco acolchado para bebés, por si las moscas].
Ariadna es muy autodidacta. No recuerdo cuando empezó a comer sola. Hace mucho tiempo se empezó a enfadar porque le daba la comida en la boca. Ahora mismo (cuando escribo) ella está con su tenedor y comiendo a dos carrillos patatas fritas y salchichas. A su manera, «entafarrándose» y sembrando el suelo todos los días de restos de su comida, pero lo limpiamos contentos, sabiendo que ella disfruta haciendo las cosas a su manera.
Nunca se ha echado nada a la boca que no fuera comida, como mucho, alguna vez intentó comer algún desperdicio de esos que tiraba cuando estaba a la mesa, pero enseguida supo que eso no era para comer. Teníamos pavor a las cosas pequeñas, supongo que como cualquier padre, pero a ella le da igual. Es un trasto y coge y tira de todo, pero sabe perfectamente que es para comer y que no, para nuestra tranquilidad.
Ahora que ella empieza a andar me da mucho que pensar. Aprende y se prepara para la vida que le espera de mayor. Pero me da miedo lo que se va a encontrar. Por un lado un mundo abocado a la catarsis porque no somos capaces de comprender que poco a poco, día a día, estamos haciendo que nuestro clima cambie, acabando con nuestra casa, La Tierra. Y no, eso no es bueno. Por otro lado, nuestro país se ha quitado la careta. Estamos a la cola de Europa, aunque hubo años que nos creímos los gallitos del corral. Nuestras condiciones laborales, nuestra infraestructura industrial y tecnológica y nuestra nula capacidad de creación, nos han llevado a records absolutos en materia de paro, de injusticias sociales y de fracasos empresariales por falta de formación y confianza en las nuevas tecnologíass.
¿Qué mundo les espera a nuestros hijos? ¿Qué mundo le dejaremos a Ariadna con un año recién cumplido, a Teo con siete años y… al bebé que en breve verá la luz de este mundo? ¿Qué esperanza le queda a un país en el que cuando cuentas que vas a tener tres niños, todo hijo de vecino se echa las manos a la cabeza? El primero es alegría, el segundo también, pero el tercero es tener un par de… Pues no se ustedes, pero yo no soy así. Yo apuesto por mis niños. Pelearé para que ellos tengan un futuro mejor del que los mejores augurios, que son desastrosos, nos ofrecen en estos momentos y para nada me asusta el tercero, al contrario, me da más fuerza e ímpetu para desde aquí y desde donde sea, poner mi granito de arena para que toda esta mierda que tenemos encima, al menos, cambie de color.
8 Comentarios
Como crecen chico y como se nos cae la baba a los papis cuando los vemos que van dando esos pequeños grandes pasos … ainssss y me haces pensar en los mios cuando tenian la misma edad que Ariadna y me entra una morrilla…. por un lado estoy encantada por los grandes logros que alcanzan pero por otro me da una penina ainsss. No se un sentimiento algo contradictorio ¿verdad? Bueno que me enrrollo, que me ha encantado el post vamos.
Muchisimas felicidades a Ariadna y a vosotros, sus papis, por sus pequeños pero grandisimos pasos y ole tus … :)
Un besin para toda la familia. :)
Muchas gracias por el comentario Gemma, es cierto, por un lado cada avance es motivo de alegría y por otro vas viendo como crecen y añoras otras muchas cosas.
Es cierto que nuestros pequeños van creciendo casi sin darnos cuenta y es cierto que vamos añorando todo lo que su madurez va dejando en el camino. Y sinceramente creo que lo añoraremos siempre. Mi hijo mayor, Marco, es un pequeño hombrecito que va a cumplir ya 8 años y parece que fue ayer cuando arrullaba para dormirle. Carla, con dos y medio, es todo un terremoto. Increiblemente independiente y espabilada. Todo quiere hacerlo sola y si hay algo que quiere y que sabe que no le permitimos cogerlo o hacerlo busca el momento adecuado para salirse con la suya sin que nos enteremos.
Yo quiero tener uno más, quiero ttener tres hijos, y todo lo que escucho a mi alrededor es que estoy loca, que es un suicidio, que si con dos voy de cabeza ¿donde vas con tres? Yo espero que no tarde mucho en llegar y sé que cuando ocurra será una gran alegría para nosotros aunque nos tengamos que apretar más el cinturón, aunque nos quede menos tiempo para nosotros, aunque estemos más cansados… A pesar de todo ello sé que yo me sentiré feliz. Y aquellos que me rodean espero que se sientan embargados por nuestra propia felicidad. A fin de cuentas ser feliz es lo que importa en esta vida y otro hijo o hija solo puede traernos más felicidad si cabe.
Enhorabuena por el post, que me ha encantado, y por tu familia. Y felicidades a Ariadna por su gran logro. Por cierto, un nombre precioso.
Un saludo. :)
Muchas gracias por el comentario, solo decirte una cosa, mira este vídeo ;) http://www.youtube.com/watch?v=hzK5gATzOjk
Carlos, enhorabuena por atreverte con el tercero… ¡ya sois oficialmente una familia numerosa!
Y ahora el meollo del comentario: esa frase que cierra tu post, arañando valentía «poner mi granito de arena para que toda esta mierda que tenemos encima, al menos, cambie de color»… no sabes cómo me llena de alegría. El otro día comentaba con mis compañeros de trabajo que YA ESTÁ BIEN de tanta queja, que sí, que las cosas están mal, pero es que tengo la sensación de que llevamos AÑOS revolcándonos en la queja, día tras día de «España está fatal» «Espana da asco» «España va detrás de Grecia» y muchas más «babayadas»… Toca remangarse la camisa y empezar a luchar, porque entre todos se puede dejar la cosa niquelada… para cracks como Ariadna, Teo o lo que viene en camino.
Muchas gracias por el vídeo y el consejo. :)
Totalmente de acuerdo Miriam. Muchas gracias por el comentario y por las felicitaciones :)
[…] Ariadna, mi otra hija, llegó al mundo en la sala de dilatación 1 del HUCA como bien me recordaba el otro día una matrona que se acordaba perfectamente de nosotros. Llegó al mundo sin ningún tipo de medicalización ni de instrumentalización. No les voy a contar otra vez de que va la cosa, pueden leerlo en los artículos ya publicados: “El parto es tuyo, no de ellos“, “La información contra la infantilización de la mujer embarazada“, “El estado de la atención al parto en España” y “Un emocionado, hasta dentro de unos días“. […]