Llega el verano y con él, el calor, los domingueros todos los días en la playa, los vestidos cortos de las chicas y los bañadores ridículos de los chicos, los mosquitos y los sudores, los helados y los chiringuitos… y por supuesto también llegan los incendios.
Año tras año, nuestros montes continúan siendo muy vulnerables a un problema complejo que tiene en más del 96% de los casos, al ser humano como responsable directo, y lo que es más preocupante, el 58% de las veces de forma intencionada.
Este año no será una excepción y veremos arder miles de hectáreas de bosque para luego lamentarnos de la desolación que ocupará su lugar.
WWF/Adena quiere contribuir con una herramienta web, el Incendiómetro 2008, a identificar los principales retos y debilidades de las políticas vinculadas a los incendios forestales para minimizar sus impactos sociales, económicos y ambientales.
Pero no olvides que lo más importante es que cada uno de nosotros nos concienciemos del verdadero valor de la naturaleza que vamos a pisar estas vacaciones.
Y sobre todo no juegues con el fuego, si crees que eres un experto en estas lides, date cuenta que lo que eres, es el mayor peligro para el monte, desengáñate, los listos como tú, suelen ser los que queman el monte y tu imprudencia seguro que saldrá cara.
Este blog quiere apoyar el esfuerzo que realiza Adena, identificando los mayores peligros del monte en verano:
– El chispas. Siempre con un mechero en el bolsillo, no duda en quemar cualquier cosa por el mero placer de verlo arder (92% de probabilidades de provocar un incendio espantoso).
– El listo. Pasó un par de veranos o tres en un pueblo y piensa que el campo no tiene secretos para él. Como alguien proponga una merienda, el se prestará a encender la fogata (94% de probabilidades de provocar un incendio espantoso).
– El ñora. De añoranza, este es peor todavía que el anterior sujeto ya que su estancia en un pueblo o bosque se remonta a un campamento a los 12 años. Si alguien propone hacer una merienda el dirá que ha sido un Joven Castor (96% de probabilidades de provocar un incendio espantoso).
– El guay. El rey de la fiesta, el más guay con las chicas, el que más baila en la discoteca, el más fanfarrón. A este si lo sacas de su ambiente y lo llevas al monte en cuadrilla, su forma de ser provocará casi sin remedio la catástrofe (120% de probabilidades de provocar un incendio espantoso).
Si este verano identificas alguno de estos perfiles, llama inmediatamente a la Guardia Civil, si eres uno de ellos, al menos espero que corras para el lado adecuado (en contra del fuego para los mal pensados ;)
Más información: Incendiómetro de WWF/Adena 2008: Castilla y León, Galicia y Extremadura, las CCAA más vulnerables a los incendios forestales
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