Un tío peculiar, amado u odiado, poco intermedio podía haber… hasta ahora. Ahora Jorge Lorenzo seguirá teniendo enemigos acérrimos, su carácter lo obliga, pero los que lo idolatraban antes, en mayor estima lo tendrán ahora, y los indecisos, los que no sabían, los que no seguían Moto GP, tienen un nuevo campeón del mundo, un nuevo ídolo.
Algún año tenía que ser, Jorge ha nacido para ganar. Su ambición y forma de ser no le permitían pasar de largo por la prueba reina del motociclismo sin coronarse campeón, un campeón de raza, de fuerza. ¡Enhorabuena Jorge Lorenzo! Información relacionada: Toni Elias, campeón del mundo de Moto2
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