Últimamente escucho con asiduidad la palabra «Friki» de la Wikipedia: «término coloquial, no aceptado actualmente por la Real Academia Española, que se refiere a aquellas personas específicamente interesadas (en algunos casos de manera obsesiva) hacia los temas de la denominada cultura friki: la ciencia ficción, la fantasía, el manga, el anime, los videojuegos, los cómics y la informática, entre otros«.
Mis interlocutores no se refieren a ella en toda la amplitud de rango en la que se expresa la Wikipedia, se suelen quedar en aquello de la informática, «el internet», como le llaman algunos y los aparatos de última generación. Me da tanto que pensar la cosa, tanto friki por aquí y friki por allá, que me he hecho un autoanálisis para ver en que punto me encuentro yo mismo con la dichosa palabrita.
Me suelen decir que se denomina así a aquel que tiene inquietudes más allá de ver los programas de corazón de la tele, vamos, que en vez de ver la comúnmente llamada telebasura, este tipo de personas suele navegar por Internet y ver las cosas que le gusta, cuando a ellos les gusta. Empezamos bien, según esta regla soy un friki total.
De Internet va lo siguiente. Generalmente a todo aquel que tiene unos conocimientos avanzados en algo que la comunidad no acaba de entender bien, también se le denomina así. Claro, como uno lleva aquí toda la vida y ha visto a los demás negar y renegar y en los últimos tiempos intentar saber más que… y al final parece que no se sabe más que… Oigan ¿por qué todo el mundo sabe de que va esto de Internet? Me refiero a nivel experto. ¿Cuánto tiempo se necesita para ser experto en algo? Me voy por los cerros de Úbeda, si, bajo esta regla, creo que también soy un friki, aquí llevo desde los comienzos y algo creo saber del asunto. Mal vamos.
Si te juntas con otros cuantos que tienen inquietudes y ganas de hacer cosas diferentes a salir a tomar cervezas, tragos o similar, para cualquier tipo de cosa que pueda resultar extraño, por ejemplo una reunión de blogs para conocerse, poner en común experiencias y demás, estás consagrado. Tío, eres raro, eres friki. Grrrrr…
Si no te conformas con lo establecido, con la marcha tradicional de las cosas, si propones nuevos procedimientos, si crees que hay cosas que están mal hechas y haces algo por cambiarlas, la mayoría te mira mal y te tacha de… «friki». ¡Minipunto para el que escribe!
La prueba definitiva. La madre de todas las pruebas. Si no te conformas con tener la red en tu casa o trabajo y dispones de los últimos aparatos para llevarte tu ocio o trabajo allí donde te de la gana llevarlo, en formato smartphone, tablet o gadget en general, estás perdido, estoy perdido, no me queda otra que confesarlo, soy «friki», soy inconformista, me apasiona crear de una u otra manera, no me vale con consumir, tengo inquietudes por temas poco comunes y por otros más comunes, pero no me quedo en la lectura, ni en la reflexión, intento poner mi granito de arena para aprender, para comprender y para cambiar lo que creo que no es correcto. No hay duda, estoy perdido, seguro que a mis espaldas me denominan así. ¡Qué le vamos a hacer!
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