No me resulta extraño que un buen proyecto de Internet, con buenos profesionales detrás no pueda mantenerse económicamente. He visto multitud de proyectos en Internet caer en las manos de los designios del mercado y perecer de éxito por no encontrar un mercado con la suficiente madurez para mantener su plan de negocio. Viví la burbuja de Internet en primera persona y las buenas expectativas o los grandes proyectos que requieren una inversión en equipos y personal elevada para la actual economía de la red, eran y son por desgracia los que corren el mayor peligro de no poder sostenerse.
Que no nos engañen las estadísticas, la realidad en la calle es un profundo desconocimiento a día de hoy de lo que significa Internet, las cifras del 50% de la población conectada son reales, pero no significa que el 50% de la población sea usuario habitual y entienda Internet como el medio que es. Más allá de los descubrimientos personales que cada persona hace en Internet, a día de hoy no hay una gran masa de usuario-consumidor, ni de empresario-inversor con la visión necesaria para desarrollar negocios online.
MobuzzTV era y es un buen proyecto, una serie de programas que en la televisión convencional se hubieran tenido que ajustar a los designios del share y que en Internet se han tenido que ajustar a los designios económicos. Si el mercado estuviera maduro, la única decisión sobre la continuidad o no de MobuzzTV la habría ofrecido el share de internet.
Es curioso para los que trabajamos en la red que a día de hoy haya proyectos de Internet, filiares -por llamarlos de alguna manera- de su homólogo de papel, televisión o radio con muchísima más audiencia que sus progenitores, sin embargo su facturación es mucho menor. Esta realidad va en contra del mercado económico y la única explicación posible es que el mercado de Internet no ha llegado a su madurez. Lamentablemente mientras esa madurez llega, es una pena ver como desaparecen proyectos tan interesantes como MobuzzTV.
Un saludo a Capi, Miriam, Iria y al resto del equipo. Seguramente la experiencia que habéis tenido no tiene precio económico.
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