…que no les queremos de verdad. Hemos viciado hasta tal punto el sistema, que las manifestaciones del 15M, las miles y miles de reivindicaciones que lanzan los ciudadanos a través de la red por una democracia real y el hartazgo que empieza a demostrar la población por su clase política, lejos de llevarse al debate y al análisis por parte de los partidos políticos, estos, alejados de la realidad, como viviendo en aquellos que se denominaban los mundos de «Yupi», hacen recuento de los votos que ganarán y perderán con todo el trajín.
Dice el PP que está contento, para ellos esto es una batalla en la izquierda ¿? que los beneficia. Izquierda Unida trata de capitalizar todo ese descontento para traducirlo en votos para su partido y el PSOE asume la protesta, pero votar por favor, que si no viene la derecha.
Ningún partido político se replantea su actuación, todo sigue igual, esto es una lucha por el poder y los votos son poder. Aquí no hay concesiones a la galería. Si hay terremoto en Lorca se para la campaña, pero todos para allá a sacarse fotos con los damnificados. Si son niños mejor. Que buenos somos. Si nuestros propios ciudadanos no nos quieren, si ya no se confía en nuestras artes, si nos piden activamente un cambio, paramos un rato y pensamos como podemos convertir esa amenaza en votos. Votos. Votos.
Los ciudadanos no piden votos, piden democracia, transparencia, legitimidad y confianza a quien gobierna, pero sobre todo se pide que nadie se olvide que los políticos, los gobiernos y todos los partidos políticos están para servir a los ciudadanos, no para servirse de los ciudadanos. El matiz lingüístico es leve, pero importantísimo.
Para los despistados decir que el domingo pasado, una convocatoria de manifestación realizada por cauces totalmente diferentes a los convencionales, no apadrinada por partido o sindicato alguno, tuvo más representación por ejemplo que las ridículas manifestaciones teledirigidas del 1 de mayo. El domingo no había actores, había miles y miles de personas que salieron a la calle en 50 ciudades españolas porque están convencidos de que este país necesita un cambio profundo. Por propia voluntad. Nadie les dirigía.
Miles de personas más se quedaron en casa. España tiene fobia a la manifestación. Pero eso no quiere decir que el número de descontentos sea simbólico. Estamos mirando ya de frente las elecciones del 22M y esto va a dar mucho que hablar, pero no olvidemos que en menos de un año, los partidos vuelven a examinarse, esta vez en unas elecciones generales, que de seguir así la cosa, pueden estallar por cualquier lado.
¡Nos indignan tantas cosas! Leía en el twitter de un ínclito de la comunicación de este país: «Lo primero y más importante es decir lo que NO se quiere. Toda revolución empieza por la negación«. Y es cierto. No queremos ser marionetas en este circo. No queremos a unos políticos que no nos representan. No queremos seguir navegando a la deriva.
Queremos decidir nuestro futuro. Queremos empleo estable, capacidad adquisitiva, conciliación familiar, seguridad ciudadana, acceso libre a la cultura, innovación… Queremos dejar de ser los últimos de la fila en Europa, queremos hacer las cosas mejor, queremos políticos valientes y eficaces que puedan dirigir un cambio necesario.
No queremos que monte tanto el PSOE como el PP. No queremos ser por siempre un país de izquierdas y de derechas. No queremos seguir siempre igual.
Queremos alternativas políticas. Queremos que se cambie la ley para poder acabar con la hegemonía de los grandes y lo bien que se tienen montada la fiesta. Queremos cambiar.
¿Qué quieren los políticos? ¿Servir a los ciudadanos o servirse a si mismos? La pelota está en su tejado y de momento sólo se preocupan de los votos. No pinta bien. Hoy los ciudadanos hablan en muchos sitios. Muchos lo hacen en #spanishrevolution en un debate que empieza a tener eco fuera de nuestras fronteras. Aquí todavía no nos acabamos de enterar muy bien de lo que está pasando. Seguimos en el vagón de cola.
6 Comentarios
estas manifestaciones son el reflejo de la situacion crítica de este país, y que los politicos se estan tomando a risa,con el único objetivo de sacar votos para apoltronarse y vivir a cuerpo de rey y del cuento, importandoles un carajo la crisis y el paro que hay, el descontento mayoritario de tantos ciudadanos, sobre todo jóvenes trabajadores, universitarios con sus carreras y masters , para acabar en la cola del paro, mientras estos políticos la mayoría sin la mas elemental preparacion pero con mucha lavia tiritera y que son los unicos a mlos que no les afecta el paro la crisis ni las miserias de a los que piden el voto, nunca la clase política estuvo tan infravalorada como la actual, ningún partido político genera confianza para ganarse el voto,
Gracias por el comentario Manuel. La jornada de reflexión en estas elecciones, más que para los ciudadanos, debería ser ya para todos los políticos que han generado esta situación.
Has resumido perfectamente lo que sentimos todos. La democracia no es ir a tirar un papelito cada cuatro años para ver cual de los partidos nos roba y nos exprime «menos», y ¡hasta la siguiente votación! Pero ¿cuál es nuestra alternativa?: no vamos a votar, con que se voten ellos y sus militantes ya será suficiente para que todo siga igual?
Gracias María por el comentario y por tus palabras. Nadie habla, nadie con sentido común, de no votar. Este es un llamamiento a los partidos grandes, al cambio, un llamamiento que tienen que recoger, porque no acabará aquí.
Algunos votarán como siempre, a los colores, otros no votarán y otros lo harán a partidos minoritarios. Todo está bien, todos tenemos derecho a expresar nuestros deseos. Todos esperamos también que el resultado no sea el que todos esperan. Por poco cambio que se de en las próximas elecciones, ya nada será igual.
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