El 11 de marzo de 2011 se produjo en Japón uno de los desastres naturales más potentes que ha visto el hombre. El terremoto de 8,9 grados, al que prosiguió un espectacular tsunami, conmocionó el país y provocó cientos de víctimas mortales y desaparecidos.
Los más débiles, como siempre los niños, son los que más sufren las consecuencias de la tragedia, estimándose a día de hoy la cifra de unos 100.000 niños y niñas desplazados de sus hogares y obligados a refugiarse en centros de evacuación. El problema no ha acabado con la falta de información en los medios. No te olvides de Japón. Aún puedes ayudar.
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