Me acabo de dar cuenta de un pequeño detalle, nunca he dedicado nada a mis followers de twitter. A todos ustedes que me siguen por el blog claro, a menudo les dedico algo, a los de facebook alguna vez creo recordar, pero a mis sufridos seguidores en twitter, nada. No tengo perdón. Son gente fiel, algunos claro, otros me siguen un día y al siguiente ya no están. Yo no escribo mucho en twitter, lo que me da que pensar… ¿no será que buscan subir sus propios followers siguiendo a gente para dejarla de seguir al día siguiente?
No creo, que aburrimiento. ¿Para qué querría nadie hacer nada igual? ¿Será que al principio de los «tweets» todo el mundo seguía a todo el mundo, abducidos por la inercia de otras redes sociales, hasta que algún jodío capullo le dio por decir que el personaje relevante aquí es el que tiene muchos seguidores y sigue a pocos? Hay algunos que esta máxima la siguen a pies juntillas, miles de seguidores y ellos sólo tienen un par de amiguetes en la red social. No le encuentro el sentido, pero bueno, allá cada cual con sus cosas.
El caso es que yo no soy de unos ni de otros. Nunca me dio por ir a la conquista de seguidores, ni que fuera uno famosete, que va, al contrario, fui encontrando gente por ahí y esa gente me fue presentando a otra y así hasta hoy. Hoy conozco a muchos de los «twitters» que sigo, por aquello de encontrarlos en saraos varios de la materia, no he intimado con muchos, pero de casi todos ellos saber, se hasta de que pie cojean, como ustedes mis followers lo sabrán de mi, claro.
Es lo bueno que tiene el tweet. Un saludo para todos mis followers, no dejen de seguirme mañana, por favor.
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