Dice El País, que para esto tiene buenas fuentes, que el gobierno plantea una renovación profunda del ejecutivo. De inicio desaparecerán los Ministerios de Vivienda e Igualdad, para integrarse dentro de Fomento y Sanidad respectivamente. La segunda gran maniobra del presidente, o mejor dicho, la primera es dar protagonismo a Alfredo Pérez Rubalcaba -¿con qué motivo?- llevándolo a la Vicepresidencia Primera del Gobierno en detrimento de la hasta ahora propietaria del título, María Teresa Fernández de la Vega.
Valeriano Gómez será la nueva incorporación en trabajo ocupando el sillón que deja vacante Celestino Corbacho. Ramón Jaúregui llegará para ocupar la cartera de presidencia, ocupada por la ahora defenestrada de la Vega. Leire Pajín substituirá a Trinidad Jiménez al frente del Ministerio de Sanidad y la propia Jiménez desplazará de su cargo a Miguel Angel Moratinos en la cartera de Exteriores. Rosa Aguilar se hará cargo de Medio Ambiente, en detrimento de Elena Espinosa. Como decíamos antes tanto Bibiana Aído como Beatriz Corredor, dejan sus puestos por la desaparición de las carteras de Vivienda e Igualdad.
¡Agárrense que vienen curvas! El gobierno se ha dado cuenta de su debilidad y ante la estrategia de mantenimiento de poder no le queda otra que dar un cambio de imagen profundo en su ejecutivo. Algunos recortes que nos empujarán hacia tiempos anteriores y Rubalcaba al frente. ¿Tendrán razón los cuchicheos cuando señalan con el dedo a uno de los posibles substitutos de Zapatero de cara a las próximas elecciones? o tal vez, como están los tiempos, ¿es una patata caliente para Rubalcaba, que terminará minando su imagen de cara a los electores?
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