Hoy he tenido un momento regresión a la infancia y en él he recordado algunos de esos episodios que marcaron una época a los de mi generación, esa que pasa ya de los treinta y tantos.
Os acordaréis sin duda los que compartís edad similar a la mía de El libro gordo de Petete. A mi sinceramente me parecía extremadamente cursi, el que en realidad me gustaba era El libro gordo de Pedrete y su mítica entrada: ¡Qué buena estás Carolina!
La siguiente regresión casi me saca alguna lágrima. El poder, la maldad… Los dibujos animados que alucinaron a toda una generación. ¿Quien no ha jugado alguna vez a Mazinger Z? Si, ya se que los más jóvenes me mirarán raro, pero eran otros tiempos.
«Si algún día pones la tele y la gente sale al revés, tan sólo hay que darle la vuelta a la silla y verás que bien ves«. Esta era la filosofía de Los Electroduendes, estrellas de un programa estrella, La Bola de Cristal. Alaska, Santiago Auserón, Pablo Carbonell, Pedro Reyes y tantos otros nos ofrecieron en aquellos años el que sigo considerando uno de los mejores programas lúdico-educativos hecho en televisión.
Y no quiero abandonar mi regresión sin recordar el concurso estelar de aquellos años, que por cierto cada vez quedan más lejanos. Nunca un programa de televisión consiguió la unanimidad de toda la familia delante del televisor como el incomparable Un, dos, tres. Para niños, para jóvenes, para adultos, para mayores… La Ruperta y compañía hicieron las delicias de todos los españoles durante muchos años.
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