Sin duda la noticia trágica de ayer fue el lamentable accidente de un avión en el aeropuerto de Barajas que sesgó la vida de la mayoría de sus ocupantes. Evidentemente es una noticia para parar la programación e iniciar todos los telediarios con la catástrofe. Pero todo tiene un límite.
Ayer, cada vez que miraba para la tele o la escuchaba distraídamente, bien en la primera, bien en antena 3, bien en la sexta y supongo que en la cuatro también, aunque desde mi retiro de la civilización la verdad es que este dato no lo pude comprobar ya que ayer tocaba no verse la cuatro, otros días toca la sexta, otros la cinco… una rutina muy democrática. Que me voy por los cerros de Úbeda, decía que mirando la tele ayer a cualquier hora del día-noche lo único que podía ver y por extensión todos los españoles, es la interminable sucesión de imágenes repetidas de ambulancias para arriba y ambulancias para abajo, la repetición hasta la saciedad de las consecuencias psicológicas de un accidente de este estilo para los familiares de las víctimas, los datos morbosos de muertes, heridos graves y leves repetidos cada cinco minutos…
Para el que no se haya enterado todavía, la televisión no informa, para la televisión un hecho como el de ayer, en pleno verano además, es un chollo de los grandes y se recrean en la morbosidad hasta límites insospechados. Hay que saber parar y las televisiones no lo saben, eso si, antes de que nadie observe que la culpabilidad de estos casos está dividida, tengo que decir que tenemos la televisión que nos merecemos. Pienso que cada cual es mayorcito para sacar sus propias conclusiones.
PD: anticipándome a lo que pueda llover decir que sólo miré para la tele unos cinco minutos para informarme de lo que había pasado, el resto lo se porque hasta en la terrazas escuchabas la voz tragicómica de los «informadores» relatando una y otra vez el suceso.
PD²: Valga este post para enviar también mi modesto pésame a los familiares de las víctimas y mandar al cuerno a todas las televisiones, que poca moralidad la es estas; negocio, negocio, negocio…
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