Utilizar la expresión «matar moscas a cañonazos» no sería correcto, creo que el término que define la actuación del gobierno británico a la hora de asegurarse su futuro energético es «egoísmo y avaricia humana», el mismo egoísmo y la misma avaricia que han llevado desde la revolución industrial hasta nuestros días a consumir buena parte de los recursos derivados del petróleo del planeta y provocar un cambio climático de consecuencias todavía inciertas para la humanidad y el resto de especies que habitamos la Tierra.
John Hutton, ministro de negocios y empresas británico, en una comparecencia en la Cámara de los Comunes del Parlamento afirma convencido que «la energía nuclear nos ayudará a cumplir con dos desafíos energéticos: asegurar el suministro y afrontar el cambio climático». El señor Hutton considera a este tipo de energía «limpia, segura y asequible» y que servirá para responder a «un interés vital a largo plazo para el país».
La energía nuclear como afirma Greenpeace en poco contribuye a frenar el cambio climático: «Los nuevos reactores en el Reino Unido y en otros lugares, si son construidos, sólo podrán aportar un pequeño recorte en las emisiones de carbono y sólo después del 2020» y que alguien pueda afirmar que este tipo de energía es limpia y segura solo puede obedecer a un egoísmo descontrolado, a una avaricia sin medida por seguir cobrando su magnifico sueldo y a un desprecio por el futuro de nuestro planeta y al fin y al cabo por nuestro futuro, el de nuestros hijos, nietos…
Por poner un ejemplo que nos queda cercano, en el grafito radiactivo de los reactores refrigerados por gas y moderados por grafito, como el de Vandellós I, que en la acualidad está parcialmente desmantelada, se encuentra presente, sobre todo, el carbono-14, un isótopo radiactivo con un tiempo de semidesintegración de 5.370 años. Quizá podría explicar el señor Hutton como piensa enterrarlo y como garantizará la seguridad de estos desechos durante todo ese tiempo, claro que ese problema no será el suyo sino el de generaciones posteriores.
Otro ejemplo lo tenemos en el plutonio-239, un isótopo radiactivo creado por el hombre para la fabricación de bombas atómicas (no existía previamente en la naturaleza). De tremenda toxicidad, un sólo gramo de este elemento es capaz de causar cáncer a un millón de personas. Este isótopo emite radiactividad durante cerca de 250.000 años, lo cual supone 25 veces más tiempo que la Historia conocida de la Humanidad.
¿Limpia, segura y asequible? Si, igual de limpio, seguro y asequible les pareció hace ya unas cuantas décadas los «derivados» del petróleo a los entonces gobernantes, claro que para muchos de ellos el cambio climático «derivado» de sus decisiones ya dejó de ser su problema.
Visto en: El Comercio
Más información y datos recogidos de: Textos Científicos
2 Comentarios
Saludos y felicitaciones por el sitio, con aprecio desde Natura – Medio Ambiental en http://sine-die.blogspot.com . Jorge Rial
Gracias Jorge, visitaré tu blog.