Sabados de charletas

De vez en cuando tienes uno de esos sábados diferentes que te aportan otro tipo de cosas a las holgazanerías habituales propias de estos días. Ese ha sido el caso de este sábado pasado.

Por la mañana me acerco hasta el Centro Municipal Integrado de el Llano en Gijón para presentar uno de los últimos proyectos de El Comercio Digital. Un «hiperlocal» de Gijón, hecho por sus propios ciudadanos, Vecinos de Gijón. Desde este desarrollo web, todos los gijoneses tienen una puerta abierta para dar sus propias noticias y aportar valor añadido con lo que ven en su ciudad a través de la red, sin intermediarios, directamente y de una manera clara y sencilla.

Por la tarde, una convocatoria diferente. Mauricio-José Schwarz se invento hace unas semanas una de esas cosas que ya sólo por el nombre llaman la atención: Enigmas y Birras. Una actividad inspirada en las reuniones británicas Skeptics in the Pub que se llevan a cabo desde mediados de la década de 1990, con un giro para no ser reuniones de «escépticos», sino espacios de diálogo con el público en general, se defina o no como escéptico, que quiera conocer información sobre las diversas cuestiones que los medios nos venden como «Enigmas».

Un placer aquí escuchar al flamante ganador de los premios web de Asturias en su categoría blog, Sergio L. Palacios, autor del blog Física en la ciencia ficción, profesor de la Universidad de Oviedo y autor del libro La guerra de dos mundos, con una entretenidísima charla titulada: «Pero… ¿nos visitan los extraterrestres?».

Por la mañana confirmé el escepticismo y la brecha digital existente en instituciones y asociaciones, buena voluntad en estas últimas con mucho miedo a la seguridad. Y desconocimiento y palabras vacías en las primeras hacia este medio que es Internet. Queda mucho por hacer. Les dejo con la crónica y el vídeo de la presentación.

Por la tarde intenté reflexionar sobre los puntos que magníficamente había expuesto Sergio en su presentación, pero la verdad es que salvo este y mi querido Miguel Artime, el resto parecía un grupo cerrado a opiniones que no eran las suyas, es más, parecía que no tenían interés tan siquiera en escucharlas. Tres veces intenté alzar la voz y tres veces callé para que otros y otras siguieran con sus eruditas convergencias. Eso si, me quedó un buen sabor de boca por lo diferente de la propuesta e insisto, por el amigo Sergio que estuvo magistral en su exposición para todos los públicos.