Metidos de lleno en este agujero llamado crisis, nos estamos empezando a dar cuenta que nuestros años de bonanza y alegría pueden empezar a ser historietas que, como abuelos, contaremos a nuestros nietos: «cuando tu abuelo era joven, no había racionamientos de agua por habitante, los alimentos eran naturales y no había restricciones por parte de las autoridades en el número de hijos que podíamos tener…«
John Beddington, principal asesor científico del gobierno británico ha advertido que después de esta crisis, que cada uno de nosotros sobrelleva de la mejor manera posible, el aumento de la población mundial provocará allá por el año 2030, una crisis global derivada de la escasez de alimentos, energía y agua.
Las predicciones del científico británico se basan en que al alcanzar la población los 8.300 millones de personas, la demanda de alimentos y energía aumentará un 50% mientras que la de agua dulce se incrementará en un 30%. Estos aumentos de demanda de productos básicos para la vida humana (predichos por el Banco Mundial y la Agencia Internacional de Energía) provocarán falta de recursos que a su vez redundará en migraciones masivas y conflictos civiles en las áreas más afectadas. Todo ello, aderezado con las impredecibles problemáticas que acarreará el cambio climático, hace pensar a John Beddington que se pueden producir graves problemas si no empezamos a ponerles solución desde ya mismo.
Alentador el panorama que nos muestra el señor Beddington. Más información: Pronostican «crisis global» para 2030
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