Aviso, hoy me toca hablar de nuevo de la radio. Es relativismo, no se ofendan sus defensores, que a mí también me gusta el invento, solo que de vez en cuando oye uno unas cosas, que harían que me santiguara si creyera más firmemente en aquellas otras del más allá. El caso es que oyendo un famoso programa deportivo (em, em??), entre resultado y resultado, el comentarista da una noticia de esas de calado intelectual para los futboleros, al menos esa impresión quisieron dejar o al menos con esa impresión me quedé yo.
La revista Nature advierte que la tierra está al borde de su sexta extinción masiva de especies. Hasta aquí todo bien. Noticia importante e impactante y el programa de deportes se hace eco. El problema viene cuando uno de los comentaristas regionales empieza el circo. «¿Nature? Pues no, no me suena«. Para ilustrar al catedrático en culturilla general, ahí va un recorte de wikipedia, explicando que es eso de Nature:
Nature es una de las más antiguas y famosas revistas científicas. Su primer número fue publicado el 4 de noviembre de 1869. A diferencia de otras no está especializada en ningún campo en concreto, publicando artículos en una amplia variedad de temas, aunque su principal área es la biología. Su principal competidor es la revista Science.
Con una periodicidad semanal, Nature es publicada en Reino Unido por la compañía Nature Publishing Group subsidiaria de Macmillan Publishers. Nature tiene oficinas en Londres, Nueva York, San Francisco, Washington D.C., Tokio, París, Múnich y Basingstoke, y dispone de corresponsales propios en la mayoría de los países industrializados. La editorial publica también varias revistas especializadas bajo el nombre de Nature como Nature Neuroscience, Nature Methods y Nature Structural and Molecular Biology entre otros títulos.
La revista es leída por científicos e investigadores de todo el mundo siendo la mayor parte de los artículos exposiciones de trabajos de investigación muy técnicos. Sin embargo también incluye editoriales y noticias científicas de carácter general así como artículos sobre política científica en diferentes países, críticas de libros técnicos y de divulgación y artículos sobre la historia y el futuro de algunas disciplinas científicas.
Para la mayoría de los científicos publicar en Nature constituye una marca de prestigio. La revista rechaza en torno al 95% de los artículos que le son enviados («peer review«o revisión por pares). Los artículos publicados aparecen en ocasiones reseñados por la prensa general y se considera que se encuentran en el frente de la investigación científica. Algunos artículos famosos publicados por Nature fueron:
– El descubrimiento de la estructura del ADN en doble hélice por James Dewey Watson y Francis Crick en 1953.
– El descubrimiento del primer planeta extrasolar 51 Pegasi b por Mayor y Queloz en 1995.
Esto es un detalle, no pasa nada, mucha gente no conoce Nature, por desgracia eso sí, puede ser un indicativo de la poca cercanía que ofrece la Cienca a la población. Lo gordo viene después. Otro comentarista se destapa con un comentario que por fortuna es aplacado por el que ha dado la noticia con un cambio de rumbo torero. El fulanito dice en una radio nacional, en un programa de máxima audiencia que «no pasa nada, que anteriormente ya hubo otras ext…«.
Esto si me parece grave porque es una acepción popular. Al igual que socialmente está aceptado por muchos que el cambio climático es algo cíclico, se instaura también en la sociedad la absurda idea de que las extinciones de especies son igualmente cíclicas. Pues no señores, bueno si, efectivamente hay cambios climáticos cíclicos y especies que desaparecen por causas naturales, pero el problema al que nos enfrentamos ahora es diferente, centrándonos en la extinción de las especies, fuera de titulares llamativos e impactantes, la noticia es que científicos nos advierten de que tres cuartas partes de todas las especies pueden desaparecer en cuestión de siglos y este hecho no se producirá por causas o desastres naturales, sino por la acción del hombre.
La acción del hombre, ahí radica el problema señor comentarista de programa deportivo radiofónico nacional, el hombre tiene la culpa de gran parte de los males que azotan nuestro planeta: la contaminación, la desforestación, la desaparición de hábitat naturales en favor de urbanizaciones varias, la sobreexplotación de los cultivos… y las consecuencias de estas acciones: hambre para nuestros semejantes, cambio climático, extinción de especies…
Me preocupa el desconocimiento general sobre temas tan vítales para nuestra supervivencia como especie, es labor de muchos, entre los que me incluyo mediante este modesto medio, concienciar, explicar, debatir y hacer comprender que si no cuidamos nuestra casa, algún día acabará viniéndose abajo. Lo que no puedo entender, es que un personaje que llega a millones de ciudadanos a través de un medio de comunicación, tenga semejantes deslices. Un poco de responsabilidad, por favor.
Más información: ¿Está la Tierra al borde de su sexta extinción masiva?
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