Tres días de intensa reflexión política

Estos últimos días hemos querido expresar el sentimiento de miles de personas a través de la palabra. No sabemos si lo hemos logrado. Ustedes decidirán: Estos políticos no me representan – Cascancia – Nolesvotes.com – Cada día más – Queremos decidir nuestro futuro –Programas electorales vinculantes – Las cuentas claras – Democracia e información real – No se quieren enterar… – Esta es la España de los dos lados

Por sentido común. ¿Todavía crees que no puedes hacer nada? Acepta tu responsabilidad, asume el reto, se parte del cambio necesario para un mundo que es como tu decidas que sea. La democracia es tu elección. Utilízala.

Esta última semana, antesala de unas elecciones municipales y autonómicas, España ha tomado la palabra. Los españoles hemos hablado y se nos ha escuchado dentro y fuera de nuestras fronteras. El sentimiento es común, de todos. Algunos no comulgan con las manifestaciones o las acampadas. Otros se quedan en que esto es cosa de jóvenes. Da igual. En el fondo, todos sabemos que tenemos un problema aún por solucionar.

Da igual tu ideología. Da igual tu procedencia, tus gustos, tus estudios, si trabajas o estás en paro, si siempre has votado o si no lo has hecho nunca. Da igual si tienes 20, 40, 60 o 8o años. No importa tu posición profesional ni tu situación personal. ¿Qué más da si eres de Oviedo o de Cádiz; Gallego o Catalán; Vasco o Andaluz? Nada de esto importa.

Lo único importante es que nuestro país ha despertado por fin. No han sido los partidos políticos los que nos han llamado, tampoco los sindicatos. Ninguna institución ha hecho sonar el despertador. Este ha sonado por iniciativa popular, gracias a los nuevos medios a disposición de los ciudadanos, gracias a que por fin todos tenemos voz. Hemos alzado la voz y del susurro hemos pasado al grito. Se nos escucha. Estamos indignados. Ha llegado el momento del cambio.

Por tradición y por norma, un día antes de cualquier elección estatal se desarrolla -casi siempre- una jornada de reflexión para que todos los ciudadanos mediten pausadamente su voto. Los acontecimientos de estos días me hacen pensar que esta vez no es suficiente. La campaña sigue para todos, pero ya es hora de tomarse unos días de reflexión. Todos los ciudadanos tenemos mucho que pensar, hoy vamos a decir claramente lo que queremos, pero mañana, dentro de poco menos de un año, cuando se desarrollen las próximas elecciones generales, muchas cosas pueden cambiar. Muchas cosas deben cambiar.

No somos los ciudadanos los que más necesitan este periodo de reflexión. Hoy no. Hoy son los partidos políticos y cada uno de sus integrantes los que tienen que pararse a pensar con urgencia. Necesitan reflexión sobre sus actos, sobre la manera en la que abordan su profesión. Han perdido toda su credibilidad, nos han engañado, nos han despreciado y han jugado con todos nosotros con una única intención, alcanzar el poder.

Se han olvidado de los valores que representan. Se han olvidado que trabajan para servir al pueblo, no para servirse de él. Unos son corruptos y se sabe, otros lo son y aún no lo sabemos, la mayoría -seguramente- no lo es, pero actua como si lo fuese. Llevan muchos años alejados de la realidad, nos han llevado al borde de la catarsis como país y aún siguen unos pidiendo por lo que no han sido capaces de hacer y otros diciendo que lo solucionaran en cuanto lleguen, dejando entrever -si es cierto que solucionen algo- que antes, cuando este país se deshacía en lagrimas de impotencia, en miedo por falta de trabajo, en angustia por falta de negocio, antes digo, no se han dignado a darnos a todos sus fórmulas mágicas de progreso. Por cierto, estos últimos «también» gobiernan en 6 comunidades y en 31 capitales de provincia. Unos y otros nos han indignado, nos han engañado.

Recapacitemos todos, estamos a tiempo. Ciudadanos que deben pensar por fin en su futuro, no en sus colores. Políticos que enarbolen el cambio de la nueva democracia y de los nuevos tiempos, estos en los que cualquier ciudadano tiene medios a su alcance para alzar la voz y hacerse oir. Reflexionemos, nos jugamos mucho… las dos partes.