Corrían tiempos difíciles para la humanidad, dos potencias intentaban liderar el mundo, los Estados Unidos y la Unión Soviética trabajaron duro durante muchos años para hacer de este mundo un lugar inseguro para cada uno de los seres que habitábamos el mismo. No fueron los únicos actores en escena pero si los principales. Para refrescar memorias, echen un vistazo a este vídeo que refleja todas las explosiones nucleares que la «inteligente» raza humana ha provocado desde que el fatídico 16 de julio de 1945, los americanos lanzaban el primer artefacto sobre territorio japonés, en total 2.053 explosiones repartidas en el tiempo de la siguiente forma:
Eran tiempos de guerra fría, eran tiempos de ver quien llegaba más lejos en la carrera espacial, supongo que pensarían los «sabios» mandatarios de la época que quien dominara el universo, dominaría también el mundo. Así somos. Pero la raza humana es peculiar y característica, entre tanto desenfreno y sinsentido, siempre hay alguna acción que nos lleva a la esperanza.
Una de esas acciones se produjo en julio de 1975. Algo que no se volvería a repetir hasta la extinción de la antigua Unión Soviética. El hecho fue que ambas potencias colaboraron en una misión espacial conjunta. Las aeronaves Apolo 18 y Soyuz 19 se prepararon para encontrarse en órbita en la misión espacial «Proyecto de Pruebas Apolo-Soyuz«. Fueron sólo dos días, pero al menos, durante un breve periodo de tiempo, la tensa cuerda que por entonces parecía día si y día también que se iba a romper, se destensó un poquito.
Este mes de julio se cumplen 35 años de este hecho insólito de la época.
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Más información: 35 aniversario de la misión Apolo-Soyuz – NASA
Proyecto de Pruebas Apolo-Soyuz (Fuente: Wikipedia). La misión Apolo-Soyuz en julio de 1975 fue la última del Programa Apolo y por otra parte, esta misión logró el primer acoplamiento entre dos naciones en el espacio. La idea de este “apretón de manos” espacial se inició tres años antes con el acuerdo firmado por el presidente estadounidense Richard Nixon y el presidente soviético Alekséi Kosygin.
Del lado de Estados Unidos, los astronautas de esta misión fueron Thomas Sttaford, un veterano de tres vuelos (Gemini 6A, Gemini 9A y Apolo 10), Vance Brand, quien nunca había volado al espacio, el astronauta del Proyecto Mercury Deke Slayton, el único astronauta original del Grupo de los Siete que nunca había podido volar debido a un problema del corazón. Los astronautas estadounidenses llegaron a órbita a través de la cápsula Apolo.
La Unión Soviética utilizó la cápsula Soyuz con capacidad para dos personas. Los cosmonautas eran Alexei Leonov, quien era una leyenda por haber sido el primer hombre en realizar un paseo espacial en 1965, y el novato Valeri Kubasov.
Además de la importancia política, la misión Apolo-Soyuz produjo grandes avances técnicos, incluyendo un sistema de acoplamiento común, que tuvo que ser especialmente diseñado así ambas naves podrían acoplarse en órbita. La misión también permitió que ambas naciones conocieran el programa espacial de la otra.
Durante la preparación para el vuelo, los cosmonautas soviéticos y sus compañeros de reemplazo visitaron y se entrenaron en el Centro Espacial Johnson, mientras que los astronautas estadounidenses visitaron Moscú. Los controladores de vuelo de ambas naciones también realizaron simulaciones conjuntas.
Aunque la misión Apolo-Soyuz fue un evento único en el tiempo, sirvió para crear un sentimiento de buena voluntad entre ambos países.
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