El 28 de enero de 1986, un jubilado llamado Jack Moss, probando su recientemente adquirida videocámara, graba sin saberlo lo que sería un acontecimiento histórico, la explosión del transbordador espacial Challenger con 7 tripulantes a bordo que significaría un importante parón en la carrera espacial norteamericana.
El tal Moss, confinó el vídeo a su sótano, para sólo por una casualidad según cuentan, darse cuenta de la importancia de la cinta, la única que se cree grabada por un videoaficionado en aquel entonces. A su muerte, como así ha sucedido, Jack Moss acordó ceder la cinta al Archivo de Exploración Espacial y ahora se hace pública:
Más info: El ‘Challenger’ vuelve a explotar en un vídeo inédito – Transbordador espacial Challenger
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