Antes de empezar me gustaría decir que la lectura de este artículo puede herir susceptibilidades en función de lo sensible o plenamente convencida de sus actos que pueda estar la persona receptora de la información. Vayan por delante mis disculpas y hecha esta primera aclaración, me pongo rápidamente en materia para no aburrirles con largas introducciones que puedan distraer su atención sobre los hechos que les voy a contar.
Soy un convencido de ello, vaya de antemano, vean sino los artículos «Sal de tu zona de confort, si puedes» y «María Montessori. El método para fomentar la creatividad desde pequeños«, pero podría decir que el miércoles pasado se acabaron de confirmar mis sensaciones por ambas partes, educación e inversión, dentro de uno de esos foros en los cuales 4 o 5 entidades de inversión en capital hablaban del cómo y del por qué, según su punto de vista, se tienen que hacer las cosas en materia de inversión en sociedades, tanto en formato Business Angel, como en Venture Capital.
Nada nuevo, se lo aseguro, si han ido a una charla de este tipo, ya han ido a (casi) todas. Mismas reglas adoptadas por diferentes individuos o entidades. Ya saben, prueba de concepto, lance usted el producto primero, tiene que sufrir como emprendedor para que yo apueste por usted o vuelva usted otro día cuando haya demostrado lo que me está contando hoy aquí. Respuestas rápidas, habituales y programadas ante la gran mayoría de proyectos que aparecen por uno y otro lado, bien es cierto que hay que ver varios de esos proyectos que llegan día sí y día también para comprender como hemos llegado a esta situación.
Al mismo tiempo que escuchaba a los contertulios sus ironías sobre unos u otros «pobres desgraciados» que llegaban con sus ilusionantes proyectos para darse de bruces contra la realidad, captaba vía el twitter de @loogic un proyecto [ver] lanzado en la plataforma de crowdfunding Kickstarter basado en la tecnología de hardware libre Arduino que me sorprendía totalmente. Se trataba de una tinta capaz de conducir la electricidad y los usos que de ella se pueden derivar son tantos que casi prefiero que vean un momento el vídeo del proyecto (abajo en Mas información) para que se hagan una idea más amplia del posible alcance.
Sorprendido por la idea y aburrido en parte por la charla que estoy presenciando, intento imaginarme como una idea o proyecto así podría salir de una mente española. Difícil. ¿Por qué? Primero porque mientras los países punteros en esto que llamamos tecnología, tienen sus cimientos bien formados y preparados para impulsar ideas novedosas y utilizar los últimos recursos disponibles en el mercado, aquí, en España me refiero, solo los más inquietos pueden estar más o menos al día de las posibilidades que tienen (tecnológicamente hablando) a su alrededor. ¿Por qué? Porque hoy en día no educamos acorde a las circunstancias que nos rodean. Vivimos en un mundo eminentemente tecnológico y tendemos a mas, sin embargo en nuestras escuelas más primarias la base sigue siendo escribe bien (en papel), suma bien y conoce el medio, olvidándonos que también tenemos que enseñar a escribir bien en digital, que tenemos que saber porque y como suman las máquinas y además de conocer el medio, nuestros niños necesitan conocer los fundamentos económicos y de empresa básicos que se van a encontrar en su vida, sean asalariados o sean autónomos-emprendedores-empresarios, dependiendo de volúmenes, modas y demás.
Para mí, como padre, es curioso intentar hacer comprender a mis hijos el por qué de tener que ir a trabajar todos los días, nadie en el colegio les ha mencionado la importancia del dinero hoy en día, de cómo se consigue, de los gastos/ingresos y del cuadrar cuentas familiares o empresariales. Nadie.
También es curioso para mí, como padre, que mis hijos estén rodeados de tecnología (ordenadores, tablets, smartphones, consolas, etc.) y nadie les explique cómo usarla convenientemente o fundamentos básicos del funcionamiento de aparatos con los que inevitablemente se van a tener que relacionar toda su vida, bueno, con la evolución de los aparatos que hoy en día tenemos a nuestra disposición. Me fascinan proyectos como Arduino del que ya hablé antes o como Scratch, un proyecto del MIT que posibilita a los niños aprender fácilmente conceptos de programación, por el simple motivo de saber como «piensan» todos esos aparatos que tienen a su alrededor, no para crear una raza de programadores, aunque esa, las profesiones con futuro, es otra historia, que trataré otro día. Tampoco voy a entrar en conceptos como formatos de educación (libros o digital, clases unidireccionales donde el profesor dice y los alumnos estudian o interactividad con diferentes recursos), no, aquí de lo que hablo es exclusivamente de comprender e interactuar con el medio en el que se vive y nuestro medio, nos guste más o menos, está plagado de chips y ceros y unos.
Para crear, inventar, innovar elementos que supongan un cambio de paradigma sobre nuestras actuales posibilidades necesitamos educar a los niños en otra dirección, necesitamos obviar recortes educativos e invertir en educación, necesitamos menos educación interesada en mantener ritos ancestrales y centrarnos en el día de hoy. Mientras sigamos así, seremos un país consumidor, no un país creador. Un país pobre, no un país rico.
Pero cambiemos de tercio y pongámonos en la piel de un buen número de personas, españolas para más información, que a pesar de la decadente educación que han tenido, por su cuenta y riesgo o de la manera que demonios lo hayan hecho, han ido un paso más allá y se encuentran en disposición de crear, inventar e innovar en determinados sectores. Personas que en muchos casos reman contra corriente en un sistema antiguo que se resiste a adquirir los usos y costumbres de nuestra época, un sistema para el cual todo tiempo pasado fue mejor.
Estas personas llegan a una charla como la que presencié el otro día y entre otras cosas dan gracias a Vinton Cerf y compañía por haber puesto los mimbres para que existan hoy en día posibilidades como el crodwfunding y poder tener una oportunidad de sacar adelante su proyecto. Porque ahora voy al otro lado. Señor inversor, me parece bien que usted quiera toda la seguridad del mundo y más sobre su inversión, pero no estamos centrando bien el tiro, si me lo permite.
Si un emprendedor necesita 80.000 euros para lanzar un proyecto al mercado al cual vamos a suponerle posibilidades, innovación e incluso que sea alguna novedosa idea de esas que no abundan y usted como inversor, en una audiencia rápida de 5 minutos, 10 si usted es comprensivo, le aplica el manual del perfecto BA para pedirle que sufra, que saque el dinero inicial de su maltrecha o no maltrecha familia, amigos y… fools (no voy a comentar a este respecto) o que vuelva al de unos meses si acaso ha sobrevivido, espero que sepa que usted, como partícipe del ecosistema de inversión en proyectos (en este caso tecnológicos e innovadores) está cercenando las posibilidades de muchas grandes ideas que nunca llegarán a ver la luz en este país por la aplicación de un riguroso manual y unas manías de seguir las corrientes establecidas bastante propias de una sociedad como la nuestra que se resiste con uñas y dientes al saltar al siguiente nivel evolutivo.
En el fondo, hasta la perspectiva tiene poco sentido en la mayoría de los casos. Quien necesita de una «pequeña» cantidad para arrancar y tiene por necesidad que arrancar de otra manera y lo hace, no debería volver nunca hacia ese inversor que le aconsejó de tal manera. ¿Por qué? Porque se pueden dar dos circunstancias, una que el autónomo-emprendedor-empresario consiguiera arrancar y empezar a facturar de alguna manera parecida a lo que exponía en su plan de negocio. En este caso, nunca debería volver a hablar con alguien que poco más de 80.000 euros podría aportarle, debería centrarse en quien pueda poner 800.000 euros en las hipotéticas ampliaciones o distribuciones de su recién creado proyecto. Dos, si sigue necesitando esos 80.000 euros, es porque realmente su proyecto tiene pocos visos de salir adelante y el inversor inicial si tendrá un motivo real para decir no a dicha inversión.
Así veo yo estas cosas. Tómenlo como generalidades claro, que en lo particular, si nos metemos, encontramos casos bochornosos o maravillas que hacen que todo lo escrito anteriormente quede en ceros y unos sin batería, la evolución del papel mojado de ¿antes?
3 Comentarios
[…] Fuente: https://www.voolive.net/zancadillas-al-emprendimiento-desde-la-educacion-y-la-inversion/2013/11/12/ […]
Ya sé que escribir un comentario en un blog para decir «me encanta lo que escribes» es una chorrada, pero simplemente te lo quiero hacer saber y ya está, dicho queda.
Un saludo.
A ti te parecerá una chorrada, pero al que escribe le hace una ilusión que no veas :) Gracias Gemma.