Cuantos debates sobre el auge de la red. ¿Qué impulsa a internet a crecer mientras otros medios caen irremediablemente en audiencia y en tiempo de disfrute? Podemos hacernos una idea con un simple ejemplo. No recuerdo cuando fue la primera vez que leí «Los pilares de la tierra» de Ken Follet, si recuerdo haberlo leído dos veces. Una historia excelentemente tramada y que mundialmente le ha dado a Follet fama y prestigio. Cuatro ha sido la televisión encargada de traernos a los españolitos la historia hecha serie y no es que sea una adaptación del estilo «El señor de los anillos», ni mucho menos, pero la serie engancha por la intriga y las maldades de sus personajes.
Ya saben los que siguen el blog habitualmente que a mi la tele… bueno eso es otra historia. Ayer cansado me iba a retirar pronto para la cama, cuando un anuncio me recuerda que era el día de los pilares. Bueno, haremos un esfuerzo.
Comienza la serie. Dos minutos. Intermedio. Bueno, avisan de que dura 30 segundos, no pasa nada. Vuelve la serie. Pasan cinco minutos. Intermedio. Este lleva el consiguiente aviso de «volvemos en… 6 minutos». En fin. Así pasó el tiempo ayer, un poco de corredurías por «Kingsbridge», un corte publicitario, un par de diálogos, un corte publicitario. Así hasta seis o siete cortes, que no los conté con los dedos.
No puedo entender como se puede tratar así uno de tus productos estrellas de la temporada ni como puedes tratar de semejante manera a tu audiencia, a esa que te proporciona el pan de cada día. Es insoportable ver una serie, película o cualquier oferta televisiva en esas condiciones. Para un grupo cada vez más amplio de población, los anuncios televisivos, ofrecidos de semejante manera, lejos de tener su efecto deseado, tiene el contrario: rechazo.
Soy consciente del valor de la publicidad. Vivo de ella en mi trabajo. Y porque soy consciente de su valor, me repugna el tratamiento que se le da. Recuerdo la pregunta inicial del artículo: ¿Qué impulsa a internet a crecer mientras otros medios caen irremediablemente en audiencia y en tiempo de disfrute? Internet crece porque hay libertad, porque cuando entramos a la red consumimos lo que queremos, a la hora que queremos y de la forma que queremos. La publicidad existe y si bien es cierto que también tiene que evolucionar, en este caso por lo contrario, para ganar efectividad, no agobia, no produce rechazo, simplemente acompaña al navegante en su disfrute.
La industria audiovisual clama contra las descargas. ¿Cómo no va a ver descargas? Primero nos tenemos que plegar a ver la serie que nos gusta a la hora que nos digan, ¡qué me quiero ir a la cama antes, joder! Luego nos martirizan con cortes publicitarios a diestro y siniestro. Y para colmo, se programan públicamente dos capítulos, el segundo, el desenlace final y acabamos viendo tan sólo uno por la jodida contraprogramación y guerra de audiencias. El martes que viene más. Iros a la …
Sin Comentarios