1.020 millones de personas es la cifra con la que la humanidad cerrará el 2009 esa particular cifra de personas que pasan hambre, esa particular cifra de personas olvidadas por el resto de la especie humana.
La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) nos recuerda que la crisis económica mundial, ha provocado disminución de los ingresos y un incremento del desempleo reduciendo el acceso de los pobres a los alimentos, haciendo que se incremente la cifra de personas que viven con hambre en el mundo o de personas que acaban muriendo de hambre ante la absoluta indiferencia de nuestro mundo «civilizado».
Según el Director General de la FAO, Jacques Diouf, «una mezcla explosiva de desaceleración económica mundial y precios de los alimentos que se empeñan en permanecer altos en muchos países, ha empujado a unos 100 millones de personas más al hambre y la pobreza… Esta crisis silenciosa del hambre -que afecta a uno de cada seis seres humanos- supone un serio riesgo para la paz y la seguridad mundiales. Necesitamos crear con urgencia un amplio consenso para la erradicación rápida y completa del hambre en el mundo y para dar los pasos necesarios«.
1.020 millones de personas. Mientras tanto el resto miramos para otro lado.
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