Y ustedes dirán que quien este señor mezcla de nombre holliwoodiense y apellido chino, coreano o similar. Pues el tal señor Chu es el secretario de Energía norteamericano de la administración Obama y además premio Nobel de Física en 1997.
Y se preguntarán ahora ustedes sobre lo que les voy a contar del señor Chu. Pues ahí va. Cumbre de Copenhague, lunes 14 de diciembre. Sobre la mesa el futuro de la humanidad y con nosotros del resto del planeta. Acaloramientos varios producidos por la falta de consenso en el que hacer y como hacer. En esto que Steven Chu sale a la palestra y con la arrogancia que se le antoja a todo buen norteamericano se despacha a gusto diciendo: «En EE UU inventamos el primer panel solar en 1954, la CPU, el primer láser e Internet. Estas son algunas de nuestras capacidades. Ahora vamos a revolucionar la energía«.
No crean que en cuatro días los norteamericanos sorprenderán al mundo con el anuncio de una energía limpia y un nuevo orden económico mundial. No. Los tiros van más bien hacia las energías renovables, una apuesta en la que su administración ha estudiado y copiado el modelo español de generación de este tipo de energías y ahora, como buenos americanos que son, lo hacen propio con su arrogante discurso.
Papanatadas al margen, esperemos que efectivamente por aquellos lares estén todos tan convencidos del cambio como el propio Chu, no olvidemos que EEUU es uno de los principales contaminadores del planeta. Al menos nos queda la esperanza de que no tienen miedo al cambio: «se puede hacer. Cuando pones a trabajar juntos a científicos e ingenieros la historia nos ha demostrado una y otra vez que los precios bajan mucho más de lo previsto y eso alivia los miedos. Pero hay que ponerse a ello. Yo soy científico y nunca es demasiado tarde«. Señor Chu: ¿Podrá usted convencer también a las grandes corporaciones energéticas? ó quizás ¿unos cuantos millones más para su administración, dejaran todas estas palabras en sólo buenas intenciones?
Mientras tanto, por estos lugares, empezamos muchos a tener claro que el futuro pasa, de momento, por las energías renovables. Si queremos tener futuro claro.
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