La singularidad tecnológica es un término acuñado para referirse al momento temporal en el que la inteligencia artificial supera a la de los humanos y comienza por extensión a «superarse a sí misma». La ley de Moore nos viene a decir que cada dos años, en realidad algo menos, se duplica la capacidad de computación de los chips. Así viene siendo desde hace muchos años y así seguirá muchos más, hasta que llegue un momento en que la capacidad de proceso de una máquina, supere a la humana. Se habla de 2030.
Dice el escritor y matemático Vernor Vinge que «la era de la humanidad terminará poco después de 2030. Lo que ocurra después será tan comprensible para nosotros como la ópera para un gusano» y realmente puede suceder así, independientemente de que sea más pronto que tarde como podemos ver en el artículo de XLSemanal «2045. Llega la superinteligencia«.
¿Realmente hay probabilidades de que las máquinas superen a los humanos en capacidad? Personalmente no me cabe ninguna duda. Hemos creado los pilares de una nueva inteligencia que se materializará con toda seguridad a lo largo de este siglo bajo el amparo de la citada ley de Moore. La ciencia, la medicina y la tecnología llevan años mejorando nuestros procesos naturales para dotarnos de mejoras adaptativas al entorno, bien sea para solventar accidentes, bien sea para detener enfermedades. El cerebro humano es todavía una incógnita para nosotros mismos, pero será nuestra propia tecnología la que nos abra las puertas del conocimiento de nuestro más preciado bien, la capacidad de razonar y demostrar signos de inteligencia.
Este será un punto clave en la historia de la humanidad, quizá más importante que ningún otro vivido hasta al momento, exceptuando la aparición de vida en la tierra, el momento en el que el hombre habrá creado inteligencia para su propio beneficio, el momento en el que tendremos que adaptarnos porque habrá «algo» superior a nosotros, entre nosotros. Y esa adaptación probablemente vendrá por la integración, por la biotecnología y por dar un salto evolutivo como especie nunca visto antes en nuestro planeta. Quizá la comprensión de muchas de las incógnitas que nos rodean esté en nuestras propias manos, en nuestras propias creaciones, que harán de nosotros una especie mayor en todos los sentidos. Que sea para bien o para mal, dependerá como siempre de nosotros mismos, de nuestro grado de inteligencia colectivo para buscar nuestro bien o nuestro propio mal.
Los últimos gráficos de Ray Kurzweil, padre de la idea de la singularidad, muestran que los rápidos avances en tecnología sólo van a acelerarse, con o sin recesión. En el vídeo adjunto, nos devela su nuevo proyecto, la Universidad de la Singularidad, para estudiar la tecnología que viene y guiarla para beneficio de la humanidad. ¿Ciencia Ficción? No, futuro… más o menos cercano. ¿Estás preparado?
3 Comentarios
[…] lo cual tiene que redundar en cambios sociales más profundos y representar otro paso más hacia la singularidad tecnológica, de la que comentamos aquí la semana pasada. Les dejo con un vídeo visto en El […]
Cerebros aumentados sin darnos cuenta http://t.co/6as4ArbXjY vía @dreig Avanzando hacia la singularidad (http://t.co/vQRrWoJ1An)
[…] 4 de enero: La singularidad de la fusión hombre-máquina La singularidad tecnológica es un término acuñado para referirse al momento temporal en el que […]