A veces pienso que vivo en una realidad paralela, quizá influenciado por la excesiva observación de la serie Fringe o quizá por la contemplación más o menos pasiva de los últimos quehaceres de nuestros gobernantes. La cuestión es que no entiendo nada. Antonio Martinez Ron (Aberron) resumía un pensamiento similar en una serie de tuits bajo el lema «Misterios de la economía cuántica« y venían a enumerarse de la siguiente manera: (1) No hay trabajo para nadie pero debemos trabajar hasta los 80 años y los fines de semana. (2) Combatimos el fraude fiscal amnistiando a los defraudadores. (3) ¿El consumo se desploma? Bajamos los sueldos y subimos los impuestos. (4) Teníamos 4 millones de parados y aprobamos una reforma laboral para facilitar los EREs. (5) El modelo de la construcción se va a la mierda y recortamos el 50% de la inversión en I+D. (6) Subimos el IVA, el IRPF y las SICAV [Sociedad de Inversión de Capital Variable] siguen intactas. El capital se fuga a niveles nunca vistos. (7) Recortamos en Sanidad, Educación, funcionarios… pero tocar coches oficiales o dietas es demagogia. (8) Ponemos en la calle a miles de científicos y nos peleamos por Eurovegas. (9) El problema es el déficit y pedimos 100K millones para pagar a los bancos para que sigan desahuciando. (10) Las CCAA (Comunidades Autónomas) piden rescate al Estado, que pide rescate a UE y nos endeudamos para arreglar la deuda.
Tengo costumbre y ya se que me la tengo que quitar, de escuchar las tertulias radiofónicas entre que voy y vengo en coche a trabajar y no acierto a enumerar la cantidad de sandeces por minuto que se pueden llegar a decir sobre nuestra situación económica y social. Estamos jodidos. Es un hecho. ¿Y que hacemos para dejar de estarlo? Hoy escuchaba que el temido rescate traerá consigo una nueva serie de exigencias para garantizar que el dinero se lo queden los de siempre: bajar el salario mínimo interprofesional, bajar los salarios, flexibilizar aún más el despido laboral… Repito, ¿yo vivo en una realidad paralela o simplemente nos estamos volviendo todos tontos por permitir semejante atropello a la dignidad humana?
Está claro (al parecer) que no hay dinero, es lógico pensar entonces que hay que recortar gasto ya que la cabeza de los españoles no da para pensar en invertir en educación, desarrollo, innovación, tecnología, ciencia… vamos, en las bases de una economía del siglo XXI, en las bases de una economía que pueda generar riqueza. Bueno, como no nos da para ello tenemos que recortar. Muy bien, recortemos.
1. Recortemos aun más los sueldos de los trabajadores, que son los que pagan los cada vez más altos impuestos de este país. Apretemos aun más las tuercas a los trabajadores para que estos no tengan capacidad de consumo y para que su estancia en el trabajo genere improductividad por falta de motivación, inseguridad laboral, deudas, etc. Si hasta el bueno de Cristiano Ronaldo está triste por su situación, ¿cómo no lo van a estar los trabajadores de este país?
2. Algunos, muchos empresarios se frotan las manos con el abaratar despidos. Vuelvan a leer por favor el punto uno. Estamos creando trabajadores insatisfechos en todas las ramas de nuestra sociedad, trabajadores que nunca van a rendir con ilusión y dejándose la piel por su empleo y por su empresa, trabajadores ahogados en un mar de deudas y con la perpetua incertidumbre del despido bajo sus hombros. ¿Pero que sabemos en España de productividad? Aquí productividad va unido a mayor tiempo en el lugar de trabajo.
3. Y como aquí se piensa de semejante manera, algún iluminado ha parido la idea de que hay que trabajar hasta los sábados. Unamos hechos: sueldo más bajo + inseguridad laboral + más horas y/o días de trabajo + deudas + impuestos = ¿? Si no les sale correcta la operación, vuelvan a leer por favor los puntos uno y dos. Nuestros hijos y nietos lo llamarán «Productividad a la Española», también se podría definir como «La Chapuza Nacional».
4. Como bien decía Aberron en sus tuits, es fantástico que un país que tiene unos 5 Millones de parados, que representa el peor dato de empleo de la Comunidad Económica Europea, se plantee entre las acciones para paliar esta sangría laboral que cada vez haya más gente en el paro, bien porque las empresas son cada vez menos productivas, bien porque el consumo se está frenando con las propias medidas a unos niveles más que preocupantes.
5. Recortar en educación es una medida básica para crear una sociedad de borregos que no piensen. Que no se piense en España, es una medida básica para lograr que todos los chorizos que nos mangonean, nos sigan mangoneando. Si ya tenemos una educación que basa sus líneas maestras en generar corderos, lo lógico es seguir manteniéndola y además quitar medios. Si a alguien le molesta lo de los corderos lo siento, pero seamos sinceros con nosotros mismos, la educación española no genera premios nobel, tampoco incentiva la creatividad ni la emprendeduría y sus lecciones tecnológicas quedan lejos, muy lejos de la actualidad de nuestro entorno.
6. Recortar en sanidad es la única medida lógica que veo para paliar el problema del paro. A peor sanidad, más muertos. A más muertos, menos paro. No se me ocurre otra lógica por la cual uno de los sectores que primero tiene que claudicar en materia de recortes, sea el sanitario.
Podría seguir, hacer otro decálogo o llegar a los 1000 impropósitos que nos toca vivir. Podría decir que a los de mi generación, aquellos famosos JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados), nos la han metido doblada por todos lados. Nos vendían una educación ejemplar que ha resultado ser una mierda que nada tenía que ver con el mundo en el que vivimos, nos vendían que seríamos los que tomaríamos las decisiones y las decisiones las toman los de siempre, nos vendían humo y cuando este se esfumó, quedamos con un palmo de narices viendo como se movían los hilos desde las altas instancias. Así quedamos los JASP, capitanes generales si nos comparamos con como está quedando la nueva generación de jóvenes que se incorporan al mercado laboral, o los pobres niños de ahora que no saben hasta donde les estamos hipotecando el futuro. Por cierto, pruebe a teclear JASP en google y vea cual es la primera recomendación del motor de búsqueda.
En esta realidad virtual en la que vivo, los mangantes que nos han traído hasta aquí siguen moviendo los hilos, incluso los que han sido cazados en actos deshonrosos y delictivos siguen campando a sus anchas con total impunidad. En esta realidad nadie se plantea recortar gasto, ya que no sabemos crear ingresos, de lugares menos gravosos para el que menos tiene, por ejemplo: la red política montada en torno a las Comunidades Autónomas, verdaderos agujeros negros de nuestra economía, o entidades perfectamente suprimibles con la que está cayendo (económicamente hablando) como la Iglesia con sus beneficios fiscales o la Casa Real con un presupuesto desorbitado para su nivel de actividad «útil» para la sociedad.
Nadie se plantea en esta realidad recortar primero a los que más tienen como las rentas más altas, el sector bancario, los políticos, la nobleza, las empresas que pagan sus impuestos fuera de nuestro país y luego alardean de ser españolas para recibir las subvenciones. Nadie. Aquí se aprieta el cuello de los débiles hasta un punto cercano a la asfixia y a verlas venir. Los sindicatos siguen recibiendo dinero a manos llenas y su labor, dista un mundo de la que debería ser. Los partidos políticos son otro negocio en auge, con una financiación pública de 110.376.012 euros en 2012, no les quiero ni contar lo que se cuece en términos económicos privados, cocción que por cierto, luego es convenientemente saldada a cuenta de… piensen, piensen.
Así se ven las cosas desde mi realidad paralela, como un cúmulo de despropósitos permitidos por todos, por los interesados, por los que creen que son interesados y por los perjudicados. Si quieren fustigarse un poco más, echen un vistazo al artículo de La Voz de Galicia «La ONU acusa a Rajoy de llevar a la pobreza al 21,8% de los españoles«. Así están las cosas en esta España de 2012. Y lo que te rondaré, morena.
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