«Si de verdad estamos solos, cuanto espacio desaprovechado«. Así contestaba la doctora Ellie Arroway a un grupo de escolares al finalizar el libro -y película- Contact, esa maravilla de la ciencia ficción creada por el añorado Carl Sagan. A lo largo de los 93.000 millones de años luz que dista aproximadamente en diámetro el universo conocido, se desconoce el número de estrellas que puede albergar, pero podemos hacernos un pequeña idea si tenemos en cuenta que la Vía Láctea tiene una población calculada en 200 mil millones de estrellas. Si multiplicamos esta cifra por las aproximadamente 200 mil millones de galaxias del universo obervable y teniendo en cuenta que cada una de ellas puede tener un número similar de estrellas… calculen 200 mil millones x 200 mil millones.
Y hablamos sólo del universo obserbable. ¿Cuántas de esas estrellas tienen planetas? Millones. La cifra de planetas que tengan posibilidades de albergar vida en todas estas estrellas es mucho más baja, pero sigue siendo millonaria. ¿Porqué no va a haber vida fuera de la tierra? Realmente es factible e incluso probable. Si hablamos de probabilidades, el que cualquiera de esas posibles formas haya evolucionado hacia algún estado de inteligencia más o menos entendible por el ser humano es más improbable, pero sigue teniendo estadísticamente una posibilidad elevada.
Vamos más allá. Que esos supuestos seres, con esa supuesta inteligencia hayan evolucionado lo suficiente para que su inquietud por el espacio les llevase a intentar contactar con otras civilizaciones… bueno, quizá haya menos probabilidades, pero… ¿porqué no?
Y ya que estamos preguntando, ¿porqué no tenemos constancia de la existencia de vida inteligente fuera de nuestro planeta? Dejemos las patrañas de objetos volantes no identificados al margen. Imaginemos que una civilización extraterrestre es lo suficientemente inteligente para recorrer, en un tiempo prudencial, al menos los 4,24 años luz a los que se encuentra Próxima Centauri, la estrella más cercana al sol. 4,24 años luz significa para los profanos que en el improbable caso de que estos seres tan inteligentes pudieran viajar a la velocidad de la luz -el ser humano lo considera imposible- tardarían 4,24 años en recorrer la distancia hasta nuestro planeta. Pensemos un poco por favor, si son tan inteligentes y como parece por los fans de los ovnis, no quieren que les veamos, no les veríamos. Y eso incluye a todos los charlatanes que ven a estos seres recorrer nuestro planeta por las noches. No se pueden imaginar el tiempo que habrían tenido que viajar para encontrarnos, a nosotros por supuesto, que seguimos creyéndonos el centro del universo, tanto tiempo para nada, para que cuatro charlatanes los vean en nuestros cielos y «hala» vuelta para su planeta… y luego dicen que somos inteligentes.
Durante décadas se lleva investigando el cielo en busca de estas civilizaciones de una forma más seria, perdón, me he expresado mal, quería decir de una forma seria. Esta es el programa SETI (Search for ExtraTerrestial Intelligence) del que trata el libro/película comentado al principio del post, Contact. SETI busca señales de vida inteligente a través de radio. Se considera que cualquier civilización inteligente puede llegar a dominar una tecnología simple como es la de ondas de radio, el universo entero emite sonidos que los astrónomos recogen a diario, pulsars, cuasars, etc. Es muy factible que otras civilizaciones hagan lo propio. Asimismo, el ser humano emite ondas de radio al exterior. Débiles eso si, pero somos conscientes de ello, por lo que al final decidimos enviar mensajes directos de gran potencia destinados a que nos encuentren. ¿Quizá sea posible que otras civilizaciones hayan pensado igual?
Lo cierto es que tras varias décadas escaneando el cielo en multitud de frecuencias, SETI sólo nos sobresaltó una vez. El 15 de agosto de 1977, el radio-telescopio Big Ear recibió una extraña señal de radio que duró aproximadamente 72 segundos y que procedía de la constelación de Sagitario. Esta señal no fue grabada, pero si registrada por un ordenador del observatorio, dejando su señal en una sección de papel continuo diseñada para ello. Su intensidad era 30 veces superior al ruido de fondo del universo y sobre su estudio, el investigador Jerry Ehman comentó:
Estaba revisando los registros de la computadora que habían comenzado el 15 de agosto. Me quede atónito al ver la serie de números y letras «6EQUJ5» en el segundo canal del registro. Reconocí esto como el patrón que esperaríamos ver de una fuente de radio de banda estrecha de un pequeño diámetro angular en el cielo.
Con el bolígrafo rojo que estaba usando, rodeé esos seis caracteres y escribí la notación «Wow!» en el márgen izquierdo del registro. Después de terminar de revisar el resto contacté con Bob Dixon y con el doctor John D. Kraus, director del radio-observatorio Big Ear. Ellos también se quedaron atónitos. A partir de entonces fue cuando comenzó el análisis de lo que ha sido llamado durante 21 años la señal Wow!
Nunca más se volvió a registrar esta señal. ¿Qué pudo ser? Si buscan por internet, encontrarán un buen puñado de patrañas pseudocientíficas sobre ello, muchas de ellas dando por supuesto -sin ningún tipo de estudio sobre el tema- que fue una señal procedente de alguna inteligencia extraterrestre. Y claro que cabe esa posibilidad, como la de que fuera proveniente de algún satélite terrestre que no tuvieran controlado en el mencionado radiotelescopio o ruido de fondo ampliado por… quien sabe que. La realidad es que nunca se ha llegado a confirmar su proveniencia y claro, cuando la ciencia no confirmar algo matemáticamente, allí aparecen los amigos de la patrañería. A día de hoy buena parte de la humanidad todavía sigue creyendo que el hombre no estubo en la luna, y otra buena parte que si que estuvo, pero que ¡allí encontró a una civilización extraterrestre! Wow!
Lecturas interesantes sobre ciencia y pensamiento crítico: Maikelnai`s blog – Magonia
Más información sobre la señal Wow: Astroseti – Wikipedia – Nodos.com
Más información sobre el programa SETI: Wikipedia – SETI@Home – SETI
Más información general: Estrellas más cercanas –
4 Comentarios
[…] This post was mentioned on Twitter by voolive. voolive said: Wow! Idas y venidas de la búsqueda de inteligencia extraterrestre http://bit.ly/a2jpDo […]
Excelente reflexión Carlos.
Es más, el otro día comentando un tema parecido con un técnico de radio me comentaba, que dado el avance tecnológico y sobre todo la digitalización de las señales y comunicaciones IP, estaba descendiendo de forma exponencial la cantidad de ondas de radio en emisión, lo que en un futuro podría hacer nuestro planeta «invisible» para este tipo de frecuencias. Si otros son tan inteligentes como para venir aquí seguramente también serán invisibles a nuestra tecnología rudimentaria.
Sinceramente, sino fuera sólo como para un simple experimento o curiosidad, no encuentro el motivo por el cual ningún ser inteligente quiera visitarnos.
En vez de pensar si hay seres inteligentes en el espacio exterior, deberíamos reflexionar si hay algun tipo de inteligencia en este planeta.
Gracias David por tu comentario. El tema de la búsqueda de inteligencia en este planeta empieza a ser un recurrente de este blog (https://www.voolive.net/la-era-de-la-estupidez/2009/09/15/), pero bueno, somos lo que somos y nos queda mucho que evolucionar.
[…] estos años? No. Sólo ha quedado un resquicio de duda, como señalábamos hace casi un año en Wow! Idas y venidas de la búsqueda de inteligencia extraterrestre. Sin embargo, no es concluyente. La porción de cielo rastreada es tan pequeña que el hecho de no […]