Hacía alrededor de 12 o 13 años que no iba a disfrutar de un partido de fútbol en directo. No porque no me guste el fútbol, más bien porque eso de verlo en vivo, sin la salsilla de los comentarios y las imágenes repetidas, la verdad nunca me atrajo demasiado.
Hoy, como la última vez que me acerqué a ver a mi equipo, ganó. Pero que quieren que les diga, ni con cuatro goles me voy muy satisfecho del campo. Sobre todo porque dos de ellos, por ser en la portería contraria a mi situación en el campo, casi que ni se como fueron. Y venga a mirar al marcador para ver si repetían, pero nada. Luego está el frío. En verano seguro que es otra cosa, pero por estas fechas, pies y manos quedan heladas a eso del cuarto de hora de empezar el partido, sino antes. Y gracias que empezaba a las cinco de la tarde.
Mucho que ver en el desánimo puede ser que te toque al lado de los ultras del equipo rival y ni con 0-4 ni con 0-10 callan estos, lo cual me parece muy bien, pero los que estamos alado acabamos con los tímpanos y la cabeza bastante perjudicados. Reconozco que si hubiesen sido los de mi equipo, igual los habría recibido con otra alegría.
En fin, que muy bien, mucho colorido, mucha animación, ganó mi equipo por goleada, pero que quieren que les diga, el fútbol, salvo que el señor de la pajarita sea el comentarista, para mi, en casa, tranquilito, con una buena merienda y unas cervecitas. Para gustos los colores.
3 Comentarios
Míralo a el que majo, merengón más que merengón. Como se enteren en el Comercio que no animabas al Sporting te curran. Y harán bien ;-)
Quede por escrito que animé media parte a cada equipo :D
A eso lo llamo yo diplomacia :-D